Lo mejor de nuestro viaje a Extremadura: la cena en la Plaza Mayor de Cáceres

Atardecer en la Plaza Mayor de Cáceres

Un día y una noche por Cáceres. 

Hoy más que contaros un viaje, que si lo haré, os cuento una anécdota.
Recordando los mejores días de este pasado verano y de las consiguientes vacaciones, hay un día que llamó fuertemente nuestra atención y que recordamos con agrado y con grato recuerdo...
Iniciábamos las vacaciones de verano, aunque ya era septiembre...
Este año nada de aviones ni barcos, nos propusimos hacer una ruta en coche desde Galicia por toda Andalucía.
10-12 días de viaje nos esperaban, con trayectos diarios de 200 kilómetros y noches en los lugares que consideramos más representativos y que queríamos conocer.
El primer tramo como siempre sería el más largo y nos llevaría de una tirada desde Galicia hasta Extremadura y más concretamente haríamos noche en Cáceres.
Tras levantarnos no muy temprano, ya que no me gusta madrugar en exceso estando de vacaciones, empezamos nuestro viaje, las vacaciones esperan.

La parada a comer en Verín

Guijuelo denominación de origen
En la provincia de Orense, dos horas y poco después nos decidimos a parar a comer, concretamente en Verín, muy cerca ya de la salida de la comunidad gallega.
Nada especial y una comida ligera, debido a que todavía nos quedaban muchos kilómetros por delante.

La merienda en Guijuelo, hogar del jamón

La siguiente parada ya de tarde fue en Guijuelo, el fantástico pueblo salmantino cuna del jamón.
Algo rápido, tan solo fue una parada a repostar, y a reconocer la multitud de tiendas dedicadas a ibéricos y que tanta envidia nos dio.
Jamón ibérico de bellota
Porque iniciábamos las vacaciones, pues de otra forma, un jamón ibérico hubiese acabado en nuestro domicilio...
Y es que no se contenerme cuando veo uno de estos...
Tras la corta parada, y la imprescindible ración de jamón ibérico, junto con el vino de la tierra, (aunque sin duda me quedo con el jamón), continuamos nuestro viaje.
Ahora si, nuestra siguiente parada ya sería Cáceres donde haríamos noche y donde, como todavía no era muy tarde, visitaríamos un par de horas la ciudad.

¿Donde alojarse en cáceres?¿Que hotel escoger en Cáceres?

En cuanto al hotel elegido, dado que unos amigos habían estado y nos lo habían recomendado, decidimos alojarnos en el Gran Hotel Don Manuel de Cáceres un cuatro estrellas muy coqueto de la cadena Atiram Hoteles y bién ubicado en el centro de la ciudad, a tan solo 300 metros de la Plaza Mayor de Cáceres.
Concretamente en la habitación 317, a continuación os dejo un pequeño vídeo que hice de la habitación para que os hagáis una idea...
Correcta, limpia, y con muy buena ubicación y parking justo al lado.
El precio creo recordar que entorno a los 75 euros la noche.
Vista nocturna de la Plaza Mayor de Cáceres
Tras alojarnos, nos dispusimos a dar una vuelta corta por la ciudad y cenar algo, ya que con el tute del viaje estábamos bastante cansados.
Por una de las calles adyacentes, subimos hacia la Plaza Mayor de Cáceres donde ya se apreciaba vida nocturna con mucha gente paseando, un montón de terrazas y varios restaurantes.
El entorno es realmente precioso.
Da la sensación de haber llegado a una ciudad medieval con sus edificios antíguos, su muralla, la iglesia. Precioso.

¿Donde cenar en Cáceres?

Una vez en este lugar, pese a que siempre nos dejamos llevar por alguna guía para ver donde cenar, llegamos a la conclusión de que más que comer estupendamente, que si que lo pretendíamos, lo bello era el entorno, motivo por el cual decidimos comer en la propia Plaza Mayor de Cáceres.
Quesos extremeños
Pierna de cordero asada

El sitio elegido fue el restaurante Asador Carlos V.
Una tabla de quesos de la tierra y una pata de cordero asada, todo ello regado asimismo con vinos extremeños.
Café y postre, por supuesto.
Tras disfrutar de tan espléndida cena, un paseo por el pueblo y vuelta al hotel, mañana conoceríamos un poco más la ciudad.
Al día siguiente nos dispusimos a patear Cáceres.
El desayuno lo preferimos en una cruasantería en una de las calles peatonales.
Odio los desayunos de los hoteles y es por esto que prefiero, si es posible y tengo tiempo, salir a la calle, mezclarme con la gente de la ciudad y probar los sitios donde ellos desayunan.
Así lo hicimos y muy recomendable.
Luego paseo por la alameda, alguna que otra compra... y nuestra salida hacia otro destino...
Pero eso os lo contaré en algún otro artículo...
Precioso Cáceres y día muy disfrutado y aprovechado.
Un saludo y buenos viajes.