Los Angeles, Bienvenido al Sueño americano
Asociar Los Ángeles con el mundo de la farándula a menudo nos hace pensar en esta ciudad como un lugar de piscinas bañadas por el sol y atestadas de famosos.
Pero hay más que eso.
La historia de la ciudad se remonta a 1781, cuando El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles se fundó como un puesto de avanzada español.
Pronto se convirtió en una ciudad fronteriza y centro de comercio; se volvió parte de Estados Unidos en 1848.
La industria del entretenimiento se arraigó a principios del siglo XX y atrajo lo que podría ser la concentración más grande de profesionales creativos de la historia.
Más allá de los estudios de cine y los parques temáticos y de atracciones para sus casi 50 millones
de visitantes al año: más de 300 museos y teatros, el parque Griffith espacios verdes urbanos más grandes de Estados Unidos, y 120 kilómetros de la gloriosa línea costera del Pacífico.
El arquitecto Frank Lloyd Wright alguno vez dijo:
“Inclina el mundo sobre uno de sus costados y todo lo que esté suelto caerá en Los Ángeles”.
Eso “suelto” se ha acumulado aquí para formar una gran riqueza.
Pero hay otros tesoros: la diversidad cultural y la incansable energía que alimenta esta metrópoli moderna.
¿Que visitar en Los Angeles? ¿Que ver en Los Angeles?
Venice
Marca en tu lista las boutiques de renombre en Rodeo Drive, después echa un vistazo a las marcas locales en el modesto Abbot Kinney Boulevard.
Compra una sudadera y un bikini de terciopelo en Aviator Nation o unos jeans vintage en Current/Elliott.
La ropa para mujer y joyería internacionales en Coutula es llevada a la tienda por su propietaria Carrie Hauman.
Open the Kimono vende ropa informal inspirada en Japón.
Recarga energía con un café, panes bialy o un atole en Gjelina Take Away.
Malibú
Un día en Malibú son vacaciones sin salir de Los Ángeles.
Camina a la cascada de Solstice Canyon, luego dirígete al oeste a la playa rodeada de acantilados en Point Dume para relajarte en un lugar soleado y solitario.
Prueba los vinos locales al aire libre de Malibu Family Wines antes de cenar carne y pescado asados en leña de roble en The Old Place, que Steve McQueen suele visitar después de largos trayectos por los montes en una de sus motocicletas Triumph.
Koreatown
Desde tesoros ocultos hasta karaokes, Koreatown es perfecto para recorrer bares.
Comienza en el Normandie Club con un coctel clásico (prueba el daiquirí) en un escenario que evoca el antiguo glamur hollywoodense.
Da un giro hacia lo discreto en speakeasies como Lock & Key o R Bar, con comediantes casi todas las noches. Mantén tus cuerdas vocales calientes para una sesión de karaoke en Jam.
Después de recibir aplausos, diviértete con videojuegos vintage en Break Room 86.
Centro de L.A.
El centro de Los Ángeles se ha transformado para convertirse en uno de los destinos más artísticos de Estados Unidos.
Entre los fascinantes nuevos hitos culturales están la sede de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, el reluciente Walt Disney Concert Hall (diseñado por Frank Gehry), el Music Center (un complejo de cuatro auditorios, entre ellos el Mark Taper Forum), y museos como The Broad, inaugurado en 2015 para albergar la colección de arte contemporáneo de Eli y Edythe Broad.
Platillos y plantas
En una ciudad tan enfocada en la salud como L. A., los restaurantes veganos abundan. Las muchas sucursales de Café Gratitude preparan tazones macrobióticos y smoothies de superalimentos.
Gracias Madre sirve platillos mexicanos sin carne, como lautas de papa con queso para nachos hecho con nueces de la India.
El chef Matthew Kenney prepara tofu ahumado a la lorentina con salsa holandesa de nueces de la India en Plant Food + Wine, mientras que Crossroads sirve “ostras” de alcachofas con “caviar” de algas marinas
Apetito al aire libre
Los angelinos aprovechan el clima templado para cenar al aire libre a lo largo del año.
Los clientes de Manuela, un restaurante en la galería Hauser & Wirth, saborean platillos de temporada entre esculturas.
En el barrio de Frogtown, Salazar pasó de ser un taller de hojalatería y pintura a un jardín de estilo mediterráneo donde sus comensales devoran tacos.
Cassia, en Santa Mónica, es una visita obligada en el Westside para probar los sabores del sureste asiático. Las vistas de los montes de Hollywood son los atractivos del bar E.P. & L.P.
Delicias para llevar
¿Buscas exquisiteces a buen precio?
Prueba la comida de LASA, en Chinatown, un restaurante de inspiración ilipina e inluencia californiana en el antiguo Unit 120.
Twins Sliders sirve hamburguesas, papas fritas y malteadas (una con trozos de cereal Cinnamon Toast Crunch), chocolates Butteringer y un pastelillo Twinkie. El Poke-Poke, en Venice, tiene una preferencia por los tazones saludables.
Por otro lado, desayunar una pizza coronada con un huevo en Dinette hace que el viaje a Echo Park valga la pena.
Ética comestible
En Los Ángeles, las buenas causas y la buena comida van de la mano.
El restaurante Providence, de Michael Cimarusti, creó el programa Del Muelle al Plato en 2015 para promover la sostenibilidad de los mariscos y reducir el fraude al conectar directamente a los pescadores con los chefs.
En su restaurante Wolf, en Melrose Avenue, el chef Marcel Vigneron deiende la sostenibilidad con un esquema de “cero desechos”, que aprovecha al máximo todas las partes comestibles de los ingredientes con los que cocina.