Sanxenxo: el destino más deseado (y más masificado) de Galicia

Sanxenxo: el paraíso de los madrileños (y de los gallegos también)

Si hay un lugar en Galicia que se llena de gente en verano, ese es Sanxenxo. Este pueblo marinero de la Ría de Pontevedra se ha convertido en el destino favorito de los madrileños que buscan unas vacaciones de sol, playa y marisco. Y no solo de los madrileños, también de los gallegos que quieren presumir de tierra y de los turistas de otras partes de España y del mundo que se han enterado del secreto. Sanxenxo tiene mucho que ofrecer: playas espectaculares, gastronomía deliciosa, vida nocturna animada y cultura y naturaleza a un paso. En este artículo te voy a contar qué ver y hacer en Sanxenxo y alrededores, para que disfrutes al máximo de tu estancia en este rincón de Galicia.

Las mejores playas de Sanxenxo (y las más llenas)

Sanxenxo cuenta con más de 20 playas, algunas de ellas consideradas entre las mejores de Galicia. Y también entre las más llenas, sobre todo en agosto, cuando parece que todo el mundo ha decidido ir a la misma playa a la misma hora. Hay playas para todos los gustos: urbanas, familiares, naturistas, tranquilas, concurridas, con olas, con servicios... Te recomiendo que visites algunas de estas (y que madrugues para coger sitio):

  • Playa de Silgar: es la playa más famosa y emblemática de Sanxenxo, situada en el centro urbano. Tiene 800 metros de longitud, arena fina y dorada, aguas tranquilas y cristalinas, y todo tipo de servicios: duchas, socorristas, alquiler de hamacas y sombrillas, chiringuitos, restaurantes... Es una playa muy concurrida en verano, ideal para pasear por su bonito paseo marítimo o tomar algo en alguna de sus terrazas con vistas al mar. También es el lugar donde se celebran los conciertos y las fiestas más importantes del pueblo, como la noche de San Juan o las fiestas del Carmen.
  • Playa de Canelas: es una playa situada en Portonovo, el núcleo urbano más grande del municipio. Tiene 400 metros de longitud, arena blanca y fina, aguas limpias y calmadas, y algunos servicios: duchas, socorristas, alquiler de hamacas y sombrillas... Es una playa muy popular entre los jóvenes y las familias, que disfrutan de su ambiente animado y su cercanía a la zona de ocio nocturno. Aquí puedes encontrar desde gente jugando al vóley playa o al fútbol playa hasta gente haciendo botellón o ligando.
  • Playa de Montalvo: es una playa situada al sur del municipio, cerca del límite con El Grove. Tiene 1 kilómetro de longitud, arena blanca y gruesa, aguas claras y algo más movidas que las anteriores, y algunos servicios: duchas, socorristas, aparcamiento... Es una playa más tranquila y natural que las anteriores, rodeada de vegetación y con unas bonitas vistas a la isla de Ons. Es una buena opción para escapar del bullicio del centro o para practicar algún deporte acuático como el surf o el kitesurf.
  • Playa de A Lanzada: es una playa situada entre los municipios de Sanxenxo y El Grove. Tiene 2 kilómetros y medio de longitud, arena fina y dorada, aguas frías y bravas, ideales para practicar surf o windsurf, y algunos servicios: duchas, socorristas, aparcamiento... Es una playa muy famosa por su belleza natural y por su tradición ancestral: la noche del último sábado de agosto se celebra el ritual de las nueve olas, en el que las mujeres que quieren quedarse embarazadas se bañan desnudas en el mar para pedir fertilidad a la luna. Yo no sé si funciona, pero por probar que no quede.

Qué ver en Sanxenxo (además de gente guapa)

Aparte de disfrutar de sus playas, Sanxenxo también tiene otros atractivos que merece la pena visitar. Te sugiero que no te pierdas estos (y que te pongas guapo, porque nunca se sabe con quién te puedes cruzar):

  • Puerto deportivo: es el lugar donde se concentra la mayor parte de la actividad náutica del municipio. Aquí puedes alquilar un barco o un kayak para recorrer la ría o visitar la isla de Ons; hacer un curso o una excursión de vela o paddle surf; o simplemente pasear por el muelle y admirar los barcos. También hay un club náutico con restaurante, cafetería y terraza, donde puedes ver y ser visto mientras tomas un gin-tonic o un albariño.
  • Capilla de Nuestra Señora de La Lanzada: es una pequeña capilla románica del siglo XII, situada en un promontorio junto a la playa de A Lanzada. Tiene una sola nave, un ábside semicircular y una torre campanario. En su interior se conserva una imagen de la Virgen de La Lanzada, patrona de los marineros. Desde la capilla se puede disfrutar de unas preciosas vistas de la playa y del mar. Es un lugar muy visitado por los turistas y los devotos, sobre todo el último domingo de agosto, cuando se celebra una romería muy concurrida.
  • Mirador de A Granxa: es un mirador situado en lo alto de una colina, desde donde se puede contemplar una panorámica espectacular de la ría de Pontevedra, con las islas de Ons y Onza al fondo. El mirador está rodeado de un parque con zonas verdes, bancos, mesas y juegos infantiles. Es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Y también para hacerse unos selfies con el paisaje de fondo, que seguro que triunfan en Instagram.
  • Museo Casa do Patín: es un museo dedicado a la cultura marinera y a la historia de Sanxenxo. Está ubicado en una antigua casa de pescadores, que conserva su estructura original y su mobiliario. En el museo se pueden ver objetos relacionados con la pesca, la navegación, las tradiciones y las fiestas populares del municipio. También hay una sala dedicada al patín a vela, un tipo de embarcación típica de la zona. Es un museo pequeño pero muy interesante, que te permite conocer mejor el pasado y el presente de Sanxenxo.

Qué hacer en Sanxenxo (además de tomar el sol)

Sanxenxo no solo ofrece sol y playa, sino también muchas otras actividades para todos los gustos y edades. Aquí te propongo algunas ideas (y algunas anécdotas):

  • Hacer una excursión a la isla de Ons: la isla de Ons es una isla situada frente a la costa de Sanxenxo, que forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Es un lugar paradisíaco, con playas vírgenes, acantilados impresionantes, senderos entre bosques y dunas, y una rica fauna y flora. Para visitar la isla hay que reservar el permiso con antelación y tomar un barco desde el puerto deportivo de Sanxenxo. En la isla hay un camping, varios restaurantes y un centro de interpretación. No te pierdas la playa de Melide, una de las más bonitas; el faro, desde donde se puede ver el atardecer; y el buraco do inferno, un agujero en la roca por donde entra el mar con fuerza. Y si te atreves, prueba el pulpo á feira en alguno de los restaurantes, dicen que es el mejor del mundo...
  • Disfrutar de la gastronomía gallega: Sanxenxo es un lugar ideal para degustar los productos del mar y de la tierra que ofrece Galicia. No puedes irte sin probar el marisco (almejas, mejillones, percebes, nécoras...), el pescado (merluza, rodaballo, sardinas...), el pulpo a feira, el lacón con grelos, el cocido gallego, el queso de tetilla, el pan de maíz o el vino albariño. Hay muchos restaurantes donde comer bien y barato en Sanxenxo, tanto en el centro como en los alrededores. Te recomiendo que reserves con antelación, sobre todo en temporada alta, porque se suelen llenar. Y si quieres darte un capricho, prueba el restaurante Pepe Vieira, con una estrella Michelin y unas vistas increíbles.
  • Vivir la noche sanxenxina: Sanxenxo es conocido por su ambiente nocturno, especialmente en verano. Hay muchos bares, pubs y discotecas donde tomar una copa, bailar o escuchar música en directo. La zona más animada se encuentra en Portonovo, donde se concentran locales como Canelas Beach Club, La Ola o El Pirata. También hay opciones más tranquilas en el centro de Sanxenxo o en las playas. Sea cual sea tu plan, recuerda que la noche sanxenxina es larga y divertida, pero también puede ser peligrosa si no tienes cuidado. No conduzcas si has bebido, no te metas en líos y usa protección si ligas.
  • Visitar los alrededores: Sanxenxo tiene una ubicación privilegiada para conocer otros lugares interesantes de las Rías Baixas. Algunos ejemplos son: El Grove y la isla de La Toja, famosos por sus balnearios y su turismo termal; Cambados, cuna del vino albariño y declarada Conjunto Histórico-Artístico; Combarro, un pintoresco pueblo marinero con hórreos y cruceiros junto al mar; Pontevedra, una ciudad con un casco histórico lleno de encanto; o Finisterre y Costa da Morte, el fin del mundo para los antiguos romanos. Todos estos lugares se pueden visitar en una excursión de un día desde Sanxenxo, ya sea en coche o en autobús.

Conclusión

Sanxenxo es un destino perfecto para unas vacaciones de verano en Galicia. Tiene playas para todos los gustos, gastronomía para chuparse los dedos, vida nocturna para no aburrirse y cultura y naturaleza para descubrir. Si quieres disfrutar del sol, del mar y de la gente guapa, Sanxenxo es tu lugar. Eso sí, prepárate para compartirlo con miles de personas más que han tenido la misma idea que tú.

Bertamirans: descubre el encanto de una aldea gallega con mucho que ofrecer

Bertamirans: un lugar con encanto en el corazón de Galicia

¿Te gustaría conocer un lugar con encanto en el corazón de Galicia, donde disfrutar de la naturaleza, la cultura y la gastronomía? Entonces tienes que visitar Bertamirans, una aldea situada en el municipio de Ames, en la provincia de A Coruña. Bertamirans es un lugar con historia, tradición y modernidad, que te sorprenderá por su belleza y su ambiente. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre Bertamirans: su origen, su geografía, su patrimonio, sus fiestas y sus servicios. Además, te damos algunos consejos para aprovechar al máximo tu estancia y para descubrir los alrededores. ¡Sigue leyendo y descubre Bertamirans, un lugar con encanto en el corazón de Galicia!

¿Qué es Bertamirans?

Bertamirans es una aldea española situada en la parroquia de Ortoño, del municipio de Ames, en la provincia de A Coruña, Galicia. Es la capital del municipio de Ames y se encuentra a 10 km al este de Santiago de Compostela, la capital de Galicia. Bertamirans tiene una población de unos 9.000 habitantes y es un lugar con mucha vida y actividad. Su nombre es de origen germánico, aunque la existencia de petroglifos y castros en los alrededores certifica la presencia humana desde tiempos prehistóricos. Su importancia histórica viene dada por ser un cruce de caminos entre Santiago y Noya, por un lado, y las comarcas de Negreira y Valle del Dubra con la villa de Padrón, por otro. Jurisdiccionalmente pertenecía al Cabildo Catedral de Santiago, en la jurisdicción de Amaía.

¿Cómo es Bertamirans?

Bertamirans es un lugar con una geografía privilegiada, ya que se encuentra en el valle de Amaía, que debe su nombre a los Amaeos, una tribu prerromana. Por Bertamirans pasa el río Sar, que nace en Santiago y desemboca en el río Ulla, entre Padrón y Puentecesures. El Sar a su paso por Bertamirans recibe los aportes de tres afluentes: el río Dos Pasos, el Ameneiral y el Pego. Bertamirans tiene un clima oceánico húmedo, con temperaturas suaves todo el año y precipitaciones abundantes. Su paisaje se caracteriza por la presencia de bosques autóctonos, prados verdes y cultivos variados.

Bertamirans es también un lugar con un patrimonio cultural y arquitectónico muy interesante, que refleja su historia y su identidad. Entre sus monumentos más destacados se encuentran la iglesia parroquial de San Juan de Ortoño, del siglo XII; el puente medieval sobre el río Sar; el pazo de Altamira, del siglo XVIII; o el cruceiro de San Pedro da Ponte Nova, del siglo XIX. Además, Bertamirans cuenta con varios museos y centros culturales, como el Museo Etnográfico Casa do Patrón; el Centro Cultural Novacaixagalicia; o la Casa da Cultura Agustín Díaz Pardo.

¿Qué hacer en Bertamirans?

Bertamirans es un lugar con mucho que ofrecer a sus visitantes, tanto en lo que se refiere a actividades como a servicios. En Bertamirans podrás disfrutar de la naturaleza, haciendo senderismo por las rutas que recorren el valle de Amaía o el río Sar; practicando deportes al aire libre como ciclismo, piragüismo o golf; o relajándote en sus parques y zonas verdes. También podrás conocer la cultura y la tradición de Bertamirans, visitando sus monumentos, museos y centros culturales; asistiendo a sus fiestas y eventos, como el Carnaval, la Festa da Troita o el Festival de Música Folk; o participando en sus talleres y cursos de artesanía, música o baile. Y por supuesto, podrás degustar la gastronomía de Bertamirans, basada en los productos de la tierra y del mar, como el pulpo, el lacón, las empanadas o el queso de tetilla.

Es destacable asimismo su mercadillo de sábado por la tarde.

¿Qué fiestas hay en Bertamirans?

Bertamirans es un lugar con mucha alegría y diversión, que celebra varias fiestas a lo largo del año. Algunas de las fiestas más importantes que se celebran en Bertamirans son:

  • Fiesta de la Peregrina: es la fiesta más destacada de Bertamirans, que se celebra en honor a la Virgen de la Peregrina en el mes de agosto. En esta fiesta se realizan actos religiosos, como la misa y la procesión, y también actividades lúdicas y culturales, como conciertos, verbenas, hinchables o espectáculos. La fiesta de la Peregrina es una fiesta muy popular y concurrida, que atrae a muchos visitantes de los alrededores.
  • Fiesta de la Troita: es una fiesta gastronómica que se celebra en el mes de mayo, coincidiendo con la temporada de pesca de la trucha. En esta fiesta se degusta este pescado típico del río Sar, cocinado de diversas formas: frita, al horno, a la plancha o en empanada. La fiesta de la Troita es una fiesta muy sabrosa y tradicional, que reúne a muchos vecinos y amigos.
  • Festival de Música Folk: es un festival musical que se celebra en el mes de julio, con el objetivo de promover y difundir la música folk gallega. En este festival participan grupos y artistas locales e invitados, que ofrecen conciertos gratuitos al aire libre. El festival de Música Folk es un festival muy animado y variado, que hace disfrutar a los amantes de este género musical.

¿Qué ver cerca de Bertamirans?

Bertamirans es un punto de partida ideal para explorar los alrededores, donde encontrarás lugares de gran interés y belleza. Algunos de los lugares que te recomendamos visitar cerca de Bertamirans son:

  • Santiago de Compostela: la capital de Galicia es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, famosa por su catedral y su casco histórico. No te pierdas su plaza del Obradoiro, su mercado de Abastos, su parque de la Alameda o su museo de las Peregrinaciones.
  • Noya: esta villa marinera situada en la ría del mismo nombre es un lugar con mucho encanto y tradición. Podrás admirar su casco antiguo medieval, su puerto pesquero, su playa de Testal o su monasterio de San Martín Pinario.
  • Negreira: esta localidad situada en el camino a Finisterre es un lugar con mucha historia y naturaleza. Podrás visitar su castillo de Pambre, su puente románico sobre el río Tambre, su pazo do Cotón o su cascada del Ézaro.
  • Padrón: esta villa situada en la confluencia de los ríos Ulla y Sar es un lugar con mucha literatura y gastronomía. Podrás conocer su iglesia de Santiago, donde se conserva el famoso pedrón; su casa museo de Rosalía de Castro; su jardín botánico o su mercado dominical.

Conclusión

Bertamirans es un lugar con encanto en el corazón de Galicia, donde disfrutar de la naturaleza, la cultura y la gastronomía. Es un lugar con historia, tradición y modernidad, que te sorprenderá por su belleza y su ambiente. Si te gustan los lugares con personalidad y sabor, no dudes en visitar Bertamirans y descubrir todo lo que tiene que ofrecerte.

Fuentesaúco: un pueblo con encanto en la comarca de La Guareña

Fuentesaúco: un pueblo con historia, tradición y sabor en Zamora

Si estás buscando un destino rural para desconectar de la rutina y disfrutar de la naturaleza, la historia y la gastronomía, te proponemos que visites Fuentesaúco, un pueblo con encanto en la comarca de La Guareña, en la provincia de Zamora.

Patrimonio monumental

Fuentesaúco es un pueblo que tiene mucho que ofrecer al visitante. Su patrimonio monumental incluye:

  • La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, con una impresionante torre renacentista y un retablo mayor barroco.
  • El convento de San Francisco, fundado en el siglo XV y reconvertido en residencia geriátrica.
  • El teatro municipal, construido en el siglo XIX y restaurado recientemente.
  • Varias casas señoriales y blasonadas que dan testimonio de su pasado noble.
  • La Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVII, con una fascinante portada y una torre campanario.
  • La Ermita de Los Dolores, antiguo hospital y convento de Claras, con una bella fachada barroca.
  • La Ermita de la Virgen de la Antigua, donde se venera una talla románica de la patrona del pueblo.

Fiestas y tradiciones

Además, Fuentesaúco es conocido por sus fiestas y tradiciones, como:

  • La romería de la Virgen de la Antigua, patrona del pueblo, que se celebra el primer domingo de mayo.
  • Las fiestas patronales en honor a San Juan Bautista, del 23 al 27 de junio, con verbenas, concursos y actividades culturales.
  • El carnaval del toro, declarado de interés turístico regional, que tiene lugar en febrero o marzo y que consiste en el encierro y lidia de toros bravos por las calles del pueblo.
  • Otras fiestas populares como San Blas (3 de febrero), San Isidro (15 de mayo), San Antonio (13 de junio) o Santa Lucía (13 de diciembre).

Gastronomía

Pero si hay algo que destaca en Fuentesaúco es su gastronomía, basada en los productos de la tierra y el cerdo ibérico. Entre sus platos típicos se encuentran:

  • Las patatas meneás, un guiso de patatas machacadas con pimentón, ajo y aceite.
  • El cocido zamorano, un plato contundente a base de garbanzos, verduras y carne de cerdo.
  • Las migas, un plato humilde elaborado con pan duro, ajo, chorizo y torreznos.
  • El hornazo, una empanada rellena de carne de cerdo, huevo duro y pimiento.
  • El arroz a la zamorana, un plato típico del invierno que lleva arroz, costillas, morcilla y pimentón.

Y para endulzar el paladar, nada mejor que probar sus dulces artesanos, como:

  • Las rosquillas, unas pastas redondas con azúcar glas.
  • Los bollos, unos panecillos dulces con anís.
  • Las perrunillas, unas galletas de manteca con almendra.

Además, no hay que olvidar que Fuentesaúco es famoso por su garbanzo, que cuenta con la Indicación Geográfica Protegida desde 1996 y que se caracteriza por su gran tamaño, su piel fina y su sabor suave. Es el ingrediente principal de muchos platos de la cocina local y se puede comprar en las tiendas del pueblo.

Historia

Fuentesaúco tiene una larga y rica historia que se remonta a la época romana, de la que se han encontrado restos arqueológicos en los yacimientos de Los Carrelinares y Tierra de la Sepultura. También hay vestigios visigodos en el yacimiento de Casa del Pastor. La primera noticia escrita sobre el pueblo data de 1128, cuando el rey Alfonso VII y su esposa Berenguela donaron el coto redondo de Fuentesaúco al obispo de Zamora. Desde entonces, el pueblo formó parte del reino de León y de la provincia de Toro, dependiendo de esta ciudad para el voto en Cortes. En lo eclesiástico, Fuentesaúco fue la cabecera de un arciprestazgo desde 1499.

Durante la Edad Moderna, Fuentesaúco vivió un momento de esplendor que se refleja en la construcción de sus dos monumentales iglesias y en el aumento de su población y su riqueza. El pueblo se benefició del comercio del garbanzo, que era muy apreciado por su calidad y que llegó a tener protección real. También destacó la actividad artesanal, especialmente la alfarería y la cerámica, que se conservan hasta nuestros días. En el siglo XVIII, Fuentesaúco fue escenario de algunos episodios de la Guerra de Sucesión Española, como el asedio del general francés Maulevrier en 1706.

En el siglo XIX, Fuentesaúco sufrió las consecuencias de las guerras napoleónicas y carlistas, así como de las desamortizaciones eclesiásticas, que supusieron la pérdida de parte de su patrimonio religioso. Con la creación de las actuales provincias en 1833, Fuentesaúco pasó a formar parte de la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa. En el siglo XX, el pueblo experimentó un descenso demográfico debido a la emigración hacia las ciudades o hacia otros países. Sin embargo, mantuvo su identidad cultural y sus tradiciones, así como su actividad agrícola y ganadera. En 1996, obtuvo la Indicación Geográfica Protegida para su garbanzo, lo que supuso un reconocimiento a su calidad y un impulso a su producción. Tras la constitución de 1978, Fuentesaúco pasó a formar parte en 1983 de la comunidad autónoma de Castilla y León.

Conclusión

Fuentesaúco es un pueblo que merece la pena visitar y conocer. Su gente acogedora, su ambiente tranquilo y su riqueza cultural y natural harán que te sientas como en casa. ¿A qué esperas para descubrirlo?

Mi escapada a Estella, la Toledo del norte: qué ver, qué hacer y qué comer

El pasado fin de semana decidí escaparme a Estella, una ciudad que tenía muchas ganas de conocer desde que supe que era una de las paradas del Camino de Santiago. Me habían hablado muy bien de su patrimonio histórico y cultural, y también de su gastronomía y su naturaleza. Llegué el sábado por la mañana en autobús desde Pamplona, y me alojé en un pequeño hotel en el centro de la ciudad. Lo primero que hice fue ir a la oficina de turismo, donde me dieron un mapa y me informaron de los lugares más interesantes para visitar. Me llamó la atención que Estella tuviera tantas iglesias y palacios, y que fuera conocida como "la Toledo del norte". Empecé mi recorrido por la plaza de los Fueros, donde se celebra el mercado semanal todos los jueves. Allí pude ver el ayuntamiento, un edificio renacentista con una fachada decorada con escudos y relieves. También vi el palacio de los Reyes de Navarra, el único ejemplo de románico civil en Navarra, que alberga el museo Gustavo de Maeztu. Seguí mi camino por la calle Mayor, donde se encuentran algunas de las casas más antiguas y nobles de la ciudad. Me detuve en la iglesia de San Pedro de la Rúa, una joya del románico con una impresionante portada y un bello claustro. Entré a ver el interior, donde destaca el retablo mayor y el órgano barroco. Continué por el puente sobre el río Ega, que me llevó al barrio de San Miguel. Allí visité la iglesia del mismo nombre, que tiene una fachada gótica con un rosetón y una torre octogonal. También vi el convento de Santo Domingo, que conserva un claustro gótico y una sala capitular con pinturas murales. Después de tanto paseo, me entró hambre y decidí buscar un sitio para comer. Me recomendaron un restaurante cerca del río, donde pude degustar algunos platos típicos de la zona, como las alubias pochas con chorizo, el bacalao al ajoarriero o el cordero al chilindrón. De postre, no podía faltar el queso de Idiazábal con membrillo.
Por la tarde, seguí descubriendo más rincones de Estella. Fui a ver la iglesia del Santo Sepulcro, que tiene una portada románica con escenas del Apocalipsis y un retablo mayor plateresco. También pasé por la judería, donde se conservan restos de la antigua sinagoga y del baño ritual o mikvé. Para terminar el día, me acerqué al parque de Los Llanos, un espacio verde con árboles centenarios y zonas de ocio. Allí pude disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad y del río. Me senté en un banco a leer un rato y a relajarme.
Al día siguiente, me levanté temprano para aprovechar el tiempo. Quería hacer alguna ruta por los alrededores de Estella, ya que había leído que había muchos senderos y lugares de interés natural. Me decidí por la ruta del Monasterio de Irache, que se puede hacer a pie o en bicicleta. Salí del hotel y seguí las flechas amarillas que marcan el Camino de Santiago. Me sentí como un peregrino más, caminando por las calles empedradas y saludando a otros caminantes. Pronto salí de la ciudad y entré en un paisaje rural, con campos de cultivo y viñedos. Llegué al Monasterio de Irache, un conjunto monumental que data del siglo XI. Me llamó la atención su fachada barroca y su torre mudéjar. Entré a ver el claustro gótico y la iglesia románica, donde se guarda una imagen de la Virgen de Irache, patrona de los peregrinos. Junto al monasterio, se encuentra la famosa fuente del vino, donde se puede beber gratis vino de la bodega que hay al lado. No pude resistirme a probarlo, aunque solo fuera un sorbo. Me pareció un detalle muy curioso y simpático. Después de visitar el monasterio, seguí la ruta hasta el pueblo de Ayegui, donde hay una ermita románica dedicada a San Andrés. Allí me di la vuelta y regresé a Estella por el mismo camino. Fue una ruta muy agradable y fácil de hacer, que me permitió conocer un poco más la historia y la naturaleza de esta zona. Ya de vuelta en Estella, recogí mis cosas del hotel y me despedí de la ciudad. Me quedé con ganas de ver más cosas, pero me prometí volver algún día. Estella me había cautivado con su belleza, su patrimonio y su ambiente. Sin duda, una ciudad que merece la pena visitar.

Comer pulpo en Melide: una experiencia gastronómica única

El pulpo de Melide, la experiencia gastronómica gallega por antonomasia

Melide es un pueblo de la provincia de A Coruña, en Galicia, que tiene mucho que ofrecer al visitante. Situado en el centro geográfico de la comunidad autónoma, es un punto de encuentro de dos rutas jacobeas: el Camino Primitivo y el Camino Francés. Además, cuenta con un rico patrimonio histórico, cultural y gastronómico que merece la pena descubrir. Pero si hay algo que destaca en Melide es su plato estrella: el pulpo á feira.

Qué es el pulpo á feira

El pulpo á feira es un plato típico de Galicia que consiste en pulpo cocido con agua y sal, cortado en trozos y aliñado con aceite, pimentón y sal gruesa. Se sirve en platos de madera acompañado de pan y vino tinto. Su nombre proviene de las ferias o fiestas populares donde se solía preparar y vender este manjar.

Por qué Melide es la capital del pulpo

Melide se caracteriza por ser uno de los puntos del Camino de Santiago donde poder degustar un pulpo á feira digno de los paladares más exigentes. Su secreto sigue siendo la materia prima, que traen de las rías gallegas y de ningún otro lugar. Cuentan que lo congelan para matar el nervio y que no sea tan duro. Luego lo cuecen en grandes calderos de cobre con agua hirviendo y sal durante unos 20 minutos. Lo cortan con unas tijeras especiales y lo aliñan al momento con aceite, pimentón y sal gruesa. El resultado es un pulpo tierno, jugoso y sabroso que se deshace en la boca.

Dónde comer pulpo en Melide

Melide cuenta con varias pulperías o restaurantes especializados en pulpo donde poder disfrutar de este plato. Algunas de las más famosas son:

  • Pulpería A Garnacha: posiblemente la pulpería más grande del mundo, con capacidad para 500 comensales. Está situada en el Camino Vello de Santiago, 2, y ofrece un pulpo de calidad y un servicio rápido y eficiente.
  • Pulpería Ezequiel: una de las más antiguas y tradicionales de Melide, fundada en 1929. Está situada en la Avenida Lugo, 48, y ofrece un pulpo exquisito y otros platos caseros como las judías blancas o el cabrito.
  • Pizzería Xoldra: una opción diferente para los que quieren probar el pulpo con un toque italiano. Está situada en la Rúa Progreso, 20, y ofrece pizzas caseras con ingredientes como el pulpo, el queso tetilla o la cecina.

Conclusión

Comer pulpo en Melide es una experiencia gastronómica única que no te puedes perder si visitas este pueblo gallego. El pulpo á feira es un plato sencillo pero delicioso que te hará sentir el sabor auténtico de Galicia. Además, podrás aprovechar para conocer el patrimonio histórico, cultural y natural de Melide y su entorno. Sin duda, una buena opción para disfrutar del Camino de Santiago.

¿Qué ver en el Cabo Udra? Naturaleza, historia y aventura en las Rías Baixas

Si buscas un plan diferente para disfrutar de la naturaleza, la historia y la aventura en las Rías Baixas, te proponemos una visita al Cabo Udra, uno de los lugares más espectaculares de la costa gallega. El Cabo Udra es un espacio natural protegido que se encuentra en el municipio de Bueu, en la provincia de Pontevedra. Desde este enclave privilegiado podrás contemplar unas vistas impresionantes del océano Atlántico y de las islas Cíes y Ons, así como descubrir una gran diversidad de flora y fauna, y restos arqueológicos de gran valor histórico. En este artículo te contamos cómo fue nuestra experiencia visitando este rincón mágico de Galicia.

¿Cómo llegar al Cabo Udra?

Para llegar al Cabo Udra en coche, debes seguir las indicaciones que hay desde Bueu, un pueblo marinero que se encuentra a unos 20 kilómetros de Pontevedra. El trayecto es de unos 30 minutos por una carretera secundaria que bordea la ría. Una vez que llegues al cabo, podrás aparcar en el área recreativa que hay junto al faro, donde hay mesas, bancos y baños públicos. También hay una pequeña cafetería donde podrás tomar algo o comprar algún recuerdo.

¿Qué hacer en el Cabo Udra?

Lo primero que te llamará la atención al llegar al Cabo Udra es el contraste entre el verde de los prados y el azul del mar. El Cabo Udra forma parte de la Red Natura 2000 y es un lugar ideal para observar aves marinas, como gaviotas, cormoranes y alcatraces. También se pueden ver mamíferos como delfines y focas. Si te gusta la fotografía, no olvides llevar tu cámara para capturar las mejores imágenes.

Una de las mejores formas de conocer el Cabo Udra es hacer una ruta circular por el sendero que bordea el cabo. El recorrido es de unos 4 kilómetros y tiene una dificultad baja. El camino está bien señalizado y ofrece unas panorámicas increíbles de la costa. Durante el paseo, te encontrarás con varios vestigios de la historia del lugar. El más destacado es el castro de A Cabeciña, un asentamiento fortificado de la Edad del Hierro que se conserva en buen estado. También verás restos de baterías militares de la Guerra Civil y de antiguos molinos de viento.

Otra opción es acercarte a alguna de las playas que hay al pie del cabo. La más cercana es la playa de Portomaior, una pequeña cala de arena blanca y aguas cristalinas que invita a darse un refrescante baño y tomar el sol. La playa es muy tranquila y tiene un ambiente familiar. También es un buen lugar para practicar snorkel o kayak, ya que hay una escuela náutica que ofrece estos servicios. Otras playas que puedes visitar son la playa de Mourisca, la playa de Pedrón y la playa de Ancoradouro.

Para terminar el día, te recomendamos que te dirijas al mirador que hay junto al faro. Desde allí podrás contemplar una puesta de sol espectacular, con los colores del cielo reflejándose en el mar. Es un momento mágico que te llenará de paz y felicidad.

¿Por qué visitar el Cabo Udra?

El Cabo Udra es un lugar que merece la pena visitar si quieres disfrutar de la naturaleza, la historia y la aventura en las Rías Baixas. Es un lugar que te sorprenderá por su belleza y su singularidad. Además, es un lugar que respeta el medio ambiente y el equilibrio natural de la vid, ya que los viñedos que hay en la zona se cultivan siguiendo los principios de la viticultura ecológica y sostenible. Así podrás degustar algunos de los mejores vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas, como el Albariño o el Godello.

No lo dudes y ven a conocer el Cabo Udra, un lugar para disfrutar de la vida.

Un viaje a Sahagún: historia, arte, gastronomía y fiestas

Sahagún es una villa que se extiende sobre un suave montículo entre los ríos Cea y Valderaduey. Su origen se remonta al siglo X, cuando se fundó el monasterio de San Benito el Real, que llegó a ser uno de los más importantes de Europa. Hoy en día, se puede admirar el arco neoclásico que queda de este monasterio, así como otros monumentos de estilo mudéjar, como las iglesias de San Tirso y San Lorenzo, o el santuario de la Peregrina, en las afueras.

Sahagún también es una parada obligada para los peregrinos del Camino de Santiago, que pueden disfrutar de su plaza Mayor, con sus soportales y sus casas de entramados de madera y ladrillo. Además, pueden visitar el museo de Santa Cruz de las Madres Benedictinas, que alberga obras de arte sacro y objetos relacionados con la historia del monasterio.

La gastronomía de Sahagún es otro de sus atractivos. Entre sus platos típicos destacan:

  • El lechazo asado
  • El cocido maragato
  • Las alubias con oreja
  • Las sopas de ajo
  • Las truchas del río Cea

También son famosos sus dulces, como las rosquillas de San Blas, los amarguillos o las mantecadas.

Para alojarse en Sahagún hay varias opciones, desde hoteles y hostales hasta casas rurales o albergues para peregrinos. Algunos ejemplos son el hotel Puerta de Sahagún, el hostal La Bastide du Chemin o la casa rural El Señorío.

Otro motivo para visitar Sahagún es disfrutar de sus fiestas populares, que se celebran a lo largo del año. La más importante es la de San Juan de Sahagún, el patrón de la villa, que tiene lugar del 9 al 12 de junio. Durante estos días se pueden ver encierros, pasacalles, conciertos, juegos y fuegos artificiales. También son destacables la fiesta de la Peregrina, el 8 de septiembre, que conmemora la aparición de la Virgen a un pastor; la fiesta de San Facundo y San Primitivo, el 27 de noviembre, que recuerda a los fundadores del monasterio; y las fiestas de los barrios y pedanías, como San Lorenzo, San Pedro o San Martín.

Sahagún es un destino ideal para los amantes de la historia, el arte, la naturaleza y la cultura popular. Su patrimonio cultural y natural es un reflejo de su pasado glorioso y de su presente acogedor. Visitar Sahagún es descubrir una joya escondida en el corazón de Castilla y León.

Qué hacer en Sahagún: actividades y experiencias

Aparte de visitar sus monumentos y degustar su gastronomía, Sahagún ofrece otras actividades y experiencias para disfrutar de su entorno y de su gente. Aquí te proponemos algunas ideas:

  • Hacer una ruta en bicicleta por el Camino de Santiago, siguiendo el trazado de la Vía Trajana, que une Sahagún con León. Podrás admirar el paisaje de la Tierra de Campos, cruzar puentes medievales y conocer otros pueblos con encanto, como Calzada del Coto, Bercianos del Real Camino o Mansilla de las Mulas.
  • Visitar el mercado semanal que se celebra todos los miércoles en la plaza Mayor. Podrás comprar productos locales, como frutas, verduras, quesos, embutidos o pan, y también artesanía, ropa o antigüedades. Es una buena oportunidad para mezclarse con los lugareños y conocer sus costumbres.
  • Participar en alguna de las actividades culturales que organiza el Ayuntamiento de Sahagún, como exposiciones, talleres, conferencias o concursos. También puedes consultar la agenda de la Casa de Cultura, que ofrece cine, teatro, música o danza durante todo el año.
  • Descubrir el patrimonio natural de Sahagún y sus alrededores. Puedes hacer senderismo por las riberas de los ríos Cea y Valderaduey, observar aves en las lagunas de Villalebrín o Villafáfila, o visitar el parque natural de las Hoces de Vegacervera, donde podrás ver impresionantes formaciones rocosas y cuevas.
  • Aprender sobre la historia y la cultura de Sahagún en alguno de sus museos. Además del museo de Santa Cruz de las Madres Benedictinas, puedes visitar el museo etnográfico de Joara, que muestra la vida tradicional de la comarca; el museo del ferrocarril, que recuerda la importancia del tren en el desarrollo de la villa; o el museo de Semana Santa, que exhibe los pasos procesionales y los trajes típicos.

Como ves, Sahagún tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. No lo dudes y ven a descubrir esta villa llena de historia, arte, gastronomía y fiestas. Te esperamos.

Una visita a Brihuega y sus campos de lavanda

¿Te gustaría ver un espectáculo de color y aroma en plena naturaleza? ¿Te apetece conocer un pueblo con encanto e historia en la provincia de Guadalajara? Entonces, no te pierdas una visita a Brihuega y sus campos de lavanda, un plan perfecto para disfrutar este verano.

Brihuega es una localidad situada a unos 100 kilómetros de Madrid, en la comarca de la Alcarria. Es conocida como el jardín de la Alcarria por su riqueza paisajística y botánica. Además, tiene un importante patrimonio histórico y cultural, que le ha valido el título de Conjunto Histórico-Artístico.

Pero lo que hace realmente especial a Brihuega es que alberga uno de los mayores cultivos de lavanda de Europa, con más de mil hectáreas dedicadas a esta planta aromática. Cada año, entre junio y julio, los campos se tiñen de un intenso color morado y desprenden un olor embriagador que atrae a miles de visitantes.

Cómo llegar a Brihuega y sus campos de lavanda

Para llegar a Brihuega desde Madrid, hay que tomar la A-2 dirección Zaragoza y salir por el kilómetro 73 hacia la CM-2011. Después, hay que seguir por la CM-200 hasta llegar al pueblo. El trayecto dura aproximadamente una hora y media.

Para ver los campos de lavanda, hay que salir del pueblo por la CM-2005 dirección Sigüenza/Almadrones. A unos 5 kilómetros se encuentran los campos más espectaculares y extensos, donde hay habilitado un parking gratuito y unas casetas de información1. También hay otros campos más pequeños en las proximidades del pueblo, como los que se ven desde el mirador del cementerio o los que rodean el castillo.

Cuándo ver los campos de lavanda en floración

La mejor época para ver los campos de lavanda en floración es entre mediados y finales de julio, cuando el color morado es más intenso y la planta está lista para ser cosechada. La fecha exacta puede variar según las condiciones climáticas del año, por lo que conviene consultar las redes sociales o la web oficial del Ayuntamiento de Brihuega antes de ir2.

Además, durante el mes de julio se celebra el Festival de la Lavanda, un evento que combina música, gastronomía y naturaleza en un entorno único. Se trata de una serie de conciertos al aire libre entre los campos de lavanda, con artistas nacionales e internacionales. También se organizan visitas guiadas, talleres, degustaciones y otras actividades relacionadas con la lavanda.

Qué ver en Brihuega

Brihuega no solo ofrece la belleza de sus campos de lavanda, sino también la de su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1973. Entre sus monumentos más destacados se encuentran:

  • El castillo de la Piedra Bermeja, una fortaleza árabe del siglo X que domina el pueblo desde lo alto de una roca. Se puede visitar su patio de armas, su torre del homenaje y sus murallas.
  • La iglesia de Santa María de la Peña, una joya del románico del siglo XIII que conserva una portada con arquivoltas decoradas y un ábside semicircular.
  • La iglesia de San Felipe, un templo gótico del siglo XIV que alberga el museo de miniaturas del profesor Max, una curiosa colección de obras de arte en miniatura realizadas por el artista alemán Max Neupert.
  • La iglesia de San Miguel, una construcción barroca del siglo XVIII que destaca por su fachada de ladrillo y su torre campanario.
  • El arco de Cozagón, una de las puertas de entrada al recinto amurallado, que data del siglo XII y tiene un arco apuntado con dovelas de piedra.
  • Los jardines de la Real Fábrica de Paños, unos bellos jardines del siglo XVIII que pertenecieron a una antigua fábrica textil fundada por Carlos III. Cuentan con fuentes, estanques, esculturas y una gran variedad de plantas y flores.

Dónde comer y dormir en Brihuega

Brihuega ofrece una buena oferta gastronómica y hotelera para los visitantes que quieran pasar más de un día en el pueblo. Entre los platos típicos de la zona se encuentran el cordero asado, las migas, las gachas, el pisto, el queso de cabra y la miel. Algunos de los restaurantes más recomendados son El Molino de los Secretos, La Alcarria, El Rincón del Arco y La Granja.

Para alojarse, hay varias opciones de casas rurales, hoteles y hostales con encanto. Algunos de los más destacados son el Hotel Spa Niwa, el Hotel Hospedería Princesa Elima, el Hotel Rural Los Ánades y el Hotel Palacio de Iván Tarín.

Conclusión

Una visita a Brihuega y sus campos de lavanda es una experiencia inolvidable que te hará sentir como en un cuento. Podrás disfrutar de un espectáculo natural único, de un pueblo con historia y encanto, y de una gastronomía y una cultura locales que te sorprenderán. No lo dudes y ven a conocer Brihuega, el jardín de la Alcarria.

Lago Bled: un destino de ensueño en Eslovenia

¿Te imaginas un lugar donde puedas admirar un lago de color turquesa rodeado de montañas y bosques, con una isla en el centro donde se alza una iglesia de cuento y un castillo medieval en lo alto de un acantilado? Ese lugar existe y se llama Lago Bled, una de las joyas naturales y turísticas de Eslovenia, un pequeño país de Europa Central que te sorprenderá por su belleza y diversidad.

El Lago Bled es un lago glaciar de origen tectónico situado en la región de los Alpes Julianos, al noroeste de Eslovenia. Tiene una superficie de 1,45 km2, una profundidad máxima de 30,6 metros y una temperatura media del agua de 12ºC. El lago se alimenta principalmente del río Radovna y tiene una pequeña salida artificial que regula su nivel.

En este artículo te vamos a contar todo lo que necesitas saber para visitar el Lago Bled, como cómo llegar, qué hacer, dónde alojarse y qué comer. Si quieres descubrir uno de los lugares más espectaculares y románticos de Europa, sigue leyendo.

Cómo llegar al Lago Bled

El Lago Bled se encuentra a unos 55 km de la capital de Eslovenia, Liubliana, y a unos 35 km del aeropuerto internacional Jože Pučnik. Hay varias opciones para llegar al lago desde estos puntos:

  • En coche: es la opción más cómoda y rápida, ya que te permite moverte con libertad por la zona y visitar otros lugares cercanos. La carretera que une Liubliana con el lago es la A2/E61, que tiene peaje. El trayecto dura unos 40 minutos y el precio del peaje es de unos 3 euros. Desde el aeropuerto hay que tomar la misma carretera en sentido contrario. El trayecto dura unos 25 minutos y el precio del peaje es el mismo. En el lago hay varios aparcamientos públicos y privados donde dejar el coche. El precio varía según la temporada y la ubicación, pero suele rondar los 2 euros por hora o los 10 euros por día.
  • En autobús: es la opción más económica y ecológica, pero también la más lenta y menos frecuente. Hay autobuses directos desde Liubliana y desde el aeropuerto hasta el lago, operados por las compañías Alpetour
    y Arriva. El trayecto desde Liubliana dura unos 75 minutos y el precio del billete es de unos 7 euros. El trayecto desde el aeropuerto dura unos 45 minutos y el precio del billete es de unos 5 euros. Los autobuses salen cada hora aproximadamente y tienen parada en la estación principal de Bled, desde donde se puede ir caminando o en taxi hasta el lago.
  • En tren: es una opción intermedia entre el coche y el autobús, ya que es más rápida que este último pero más cara que el primero. Hay trenes directos desde Liubliana hasta la estación de Lesce-Bled, situada a unos 4 km del lago, operados por la compañía Slovenske železnice. El trayecto dura unos 50 minutos y el precio del billete es de unos 5 euros. Desde la estación hay que tomar un autobús o un taxi hasta el lago.

Qué hacer en el Lago Bled

El Lago Bled ofrece una gran variedad de actividades para todos los gustos y edades. Algunas de las más populares son:

  • Dar la vuelta al lago: una forma sencilla y agradable de conocer el lago es dar un paseo por el sendero que lo rodea, que tiene unos 6 km de longitud y está parcialmente asfaltado. El paseo se puede hacer a pie, en bicicleta o en coche eléctrico. Se tarda entre una hora y media y dos horas según el ritmo y las paradas que se hagan para admirar las vistas o hacer fotos.
  • Navegar en una pletna: una pletna es una barca tradicional de madera impulsada por un remero que lleva a los visitantes hasta la isla del lago. Es una experiencia única y típica del lugar, aunque también se puede ir en kayak o en barco eléctrico. El precio de la pletna es de unos 15 euros por persona ida y vuelta, con una hora de espera en la isla. Las pletnas salen desde varios puntos del lago, como el embarcadero principal o el castillo.
  • Visitar la isla del lago: la isla del lago es la única isla natural de Eslovenia y su principal atracción turística. En ella se encuentra la iglesia de la Asunción de María, construida en el siglo XV sobre los restos de antiguos templos paganos y cristianos. La iglesia tiene una torre campanario de 52 metros de altura y una famosa campana que según la leyenda cumple los deseos de quien la toca tres veces. Para acceder a la iglesia hay que subir 99 escalones desde el embarcadero. La entrada a la iglesia cuesta unos 6 euros e incluye el acceso al museo y al campanario.
  • Hacerse una foto en el corazón del lago: uno de los miradores más bonitos y románticos del lago es el llamado corazón del lago, situado en la orilla sur cerca del camping Zaka. Desde aquí se puede ver la silueta del lago con forma de corazón y la isla al fondo. Es un lugar ideal para
    hacerse una foto con tu pareja o simplemente para contemplar el paisaje.
  • Subir al castillo de Bled: el castillo de Bled es uno de los castillos más antiguos y mejor conservados de Eslovenia. Está situado sobre un acantilado rocoso a 130 metros sobre el nivel del lago, lo que le confiere unas vistas impresionantes sobre el mismo y sobre los Alpes Julianos. El castillo data del siglo XI y tiene un estilo arquitectónico románico-gótico-renacentista. En su interior se pueden visitar varias salas históricas como la capilla, el museo o la imprenta, así como disfrutar de un restaurante, una cafetería o una tienda de recuerdos. La entrada al castillo cuesta unos 13 euros e incluye una degustación gratuita de vino.
  • Darse un baño en el lago: si visitas el lago en verano puedes aprovechar para darte un refrescante baño en sus aguas cristalinas, que pueden alcanzar los 25ºC en agosto. Hay
    varias zonas habilitadas para el baño con césped o arena donde puedes tumbarte al sol o alquilar sombrillas o tumbonas. También hay zonas con toboganes o trampolines para los más aventureros.
  • Patinar sobre hielo en el lago: si visitas el lago en invierno puedes disfrutar de una experiencia única: patinar sobre hielo en el propio lago congelado. Es una actividad divertida y segura siempre que se respeten las indicaciones del personal encargado. También se puede patinar sobre hielo en pistas artificiales situadas cerca del lago.
  • Probar la gastronomía local: no puedes irte del lago sin probar alguna de las especialidades gastronómicas locales, como la trucha del lago, el queso ahumado mohant o
  • Probar la gastronomía local: no puedes irte del lago sin probar alguna de las especialidades gastronómicas locales, como la trucha del lago, el queso ahumado mohant o el pastel de crema de Bled (kremšnita), un dulce típico hecho con hojaldre, crema pastelera y nata montada. Hay varios restaurantes y cafeterías donde degustar estos platos, tanto en el lago como en el pueblo de Bled.

Dónde alojarse en el Lago Bled

El Lago Bled cuenta con una amplia oferta de alojamiento para todos los gustos y presupuestos. Hay desde hoteles de lujo con vistas al lago hasta hostales o campings más económicos. Algunas de las opciones más recomendadas son:

  • Grand Hotel Toplice: es el hotel más emblemático y lujoso del lago, situado en la orilla norte junto al
    embarcadero principal. Tiene 87 habitaciones y suites con vistas al lago o al parque, decoradas con un estilo clásico y elegante. El hotel cuenta con un spa, una piscina termal, un restaurante, un bar y una terraza. El precio por noche ronda los 200 euros.
  • Vila Bled: es una antigua residencia de verano del presidente Tito, convertida en un hotel boutique de 4 estrellas. Está situada en la orilla sur del lago, rodeada de un amplio jardín. Tiene 31 habitaciones y suites con vistas al lago o al parque, decoradas con un estilo retro y sofisticado. El hotel cuenta con un spa, un restaurante, un bar y una playa privada. El precio por noche ronda los 150 euros.
  • Hotel Park: es un hotel moderno y funcional de 4 estrellas, situado en el centro del pueblo de Bled. Tiene 217 habitaciones y suites con vistas al lago o al castillo, decoradas con un estilo contemporáneo y minimalista. El hotel cuenta con un spa, una piscina cubierta, un restaurante, un bar y una cafetería donde se sirve el famoso pastel de crema de Bled. El precio por noche ronda los 100 euros.
  • Hostel Bledec: es un hostal juvenil y económico situado a unos 5 minutos a pie del lago. Tiene habitaciones compartidas o privadas con baño compartido o privado, decoradas con un estilo sencillo y colorido. El hostal cuenta con una cocina común, una sala de estar, una terraza y un bar. El precio por noche ronda los 20 euros.
  • Camping Bled: es un camping ecológico situado a orillas del lago, cerca del corazón del lago. Tiene parcelas para tiendas o caravanas con electricidad y agua, o bungalows de madera equipados con cocina y baño. El camping cuenta con una tienda, un restaurante, un bar y una playa privada. El precio por noche ronda los 15 euros.

Llamado a la acción

Como has podido comprobar, el Lago Bled es un destino de ensueño que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. Si te ha gustado este artículo y quieres saber más sobre este lugar o sobre otros destinos en Eslovenia, te invitamos a que nos sigas en nuestras redes sociales o que nos dejes un comentario con tu opinión o tus dudas. También puedes compartir este artículo con tus amigos si crees que les puede interesar. ¡Gracias por leernos!