Fe y deporte se unen en el Monte del Gozo en Santiago de Compostela y en la carrera Gladiator Race

Monte del Gozo: el lugar donde los peregrinos ven por primera vez la catedral de Santiago y donde se celebra la carrera más dura y divertida de Galicia

Si eres un amante de la naturaleza, la historia y el deporte, no puedes perderte el Monte del Gozo, una colina de 370 metros de altitud situada en el municipio de Santiago de Compostela, en España. El Monte del Gozo es un lugar emblemático para los peregrinos que realizan el Camino de Santiago, ya que desde allí pueden divisar por primera vez las torres de la catedral de Santiago, el destino final de su viaje. Pero también es un lugar donde se celebran eventos culturales y deportivos, como la Gladiator Race, una prueba de obstáculos que pone a prueba la fuerza física y mental de los participantes.

El Monte del Gozo, un lugar con historia y tradición

El Monte del Gozo ya aparece mencionado en el Códice Calixtino, un libro del siglo XII que recoge la historia y las tradiciones del Camino de Santiago. En él se dice que el monte se llamaba Mons Gaudii, o Montaña de la Alegría, y que los peregrinos se arrodillaban allí para dar gracias a Dios por haber llegado hasta allí. También se cuenta que muchos peregrinos hacían el último tramo del camino a pie o descalzos, como muestra de respeto y humildad.

En el año 1105, el arzobispo de Santiago Diego Gelmírez mandó construir una capilla en el monte, dedicada a la Santa Cruz, para facilitar la oración de los peregrinos. La capilla fue abandonada en el siglo XVII y hoy solo quedan algunos restos.

En 1989, con motivo de la visita del papa Juan Pablo II a Santiago de Compostela para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud, se realizaron grandes obras en el monte para acoger a miles de jóvenes. Se construyó un albergue con capacidad para 500 personas, un auditorio al aire libre con capacidad para 40.000 personas, una escultura con dos peregrinos señalando la catedral y un monumento conmemorativo de la visita papal.

El Monte del Gozo hoy

Hoy en día, el Monte del Gozo sigue siendo un lugar importante para los peregrinos que hacen el Camino de Santiago francés, ya que es la última parada antes de entrar en la ciudad. El monte forma parte del itinerario oficial del camino y cuenta con un albergue, un restaurante, una cafetería, una lavandería, una tienda y un campo de fútbol. También tiene un mirador desde el que se puede contemplar la vista panorámica de Santiago y su catedral.

Además, el Monte del Gozo es un lugar donde se celebran eventos culturales y deportivos, como conciertos, festivales o carreras. Una de las más destacadas es la Gladiator Race¹, una prueba de obstáculos que se celebra desde 2018 y que pone a prueba la fuerza física y mental de los participantes.

La Gladiator Race, la carrera más dura y divertida de Galicia

La Gladiator Race es una carrera inspirada en los gladiadores romanos, que consiste en superar un recorrido de unos 8 kilómetros con más de 35 obstáculos. Los obstáculos son variados y desafiantes, como muros, cuerdas, neumáticos, barro, fuego o agua. La carrera se puede hacer en modalidad individual o por equipos y tiene diferentes categorías según el nivel y la edad de los corredores.

La Gladiator Race es una carrera que combina deporte, diversión y solidaridad. Los participantes no solo disfrutan de una experiencia única y diferente, sino que también colaboran con una causa benéfica. Cada año, la organización destina parte de los beneficios a una ONG o a una entidad social. Por ejemplo, en 2019, la carrera apoyó a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y a la Fundación Andrea, que ayuda a niños con enfermedades graves.

La Gladiator Race se celebra en diferentes ciudades de España, como Madrid, Valencia, Sevilla o Barcelona. En Galicia, la sede de la carrera es el Monte del Gozo, donde se aprovecha el entorno natural y el espacio del auditorio para crear un circuito espectacular y variado. La carrera suele tener lugar en el mes de junio y cuenta con una gran participación y una gran expectación. En 2019, la carrera reunió a más de 3.000 corredores y a más de 10.000 espectadores.

Cómo llegar al Monte del Gozo

El Monte del Gozo se encuentra a unos 4,5 kilómetros del centro de Santiago de Compostela y se puede llegar desde allí en autobús en unos 20 minutos². También se puede ir en coche o en bicicleta por la carretera N-634 o por el Camino Francés. El monte está señalizado con flechas amarillas y conchas, los símbolos del Camino de Santiago.

Finisterre, el fin del Camino de Santiago

Finisterre, el fin del camino: un lugar mágico y lleno de historia

Finisterre es un lugar emblemático y mágico, situado en la Costa da Morte, en el noroeste de Galicia. Su nombre significa "fin de la tierra", ya que antiguamente se creía que era el punto más occidental del mundo conocido. Finisterre es también el destino final de muchos peregrinos que realizan el Camino de Santiago, una ruta milenaria que atraviesa España hasta llegar a la ciudad de Santiago de Compostela.

Finisterre es una lengua de tierra que se adentra tres kilómetros en el océano Atlántico y desde la cual sólo se ve mar y nada más que mar, tanto si se mira de frente, hacia la izquierda o hacia la derecha. Allí se encuentra el famoso faro de Finisterre, que señala el kilómetro 0 del Camino y que es conocido como el faro del fin del mundo. El faro se construyó en 1853 y tiene una altura de 17 metros. Junto al faro hay una estatua de un peregrino que mira al horizonte y una placa conmemorativa que dice: "Donde acaba tu camino, comienza tu leyenda".

Finisterre ha sido siempre un lugar lleno de historia, leyendas, magia y tradiciones. La prueba es que Fisterra, como se conoce al lugar en lengua gallega, ha sido un centro de culto y veneración por parte de las distintas civilizaciones que se han asentado allí, y lo sigue siendo. Los romanos lo llamaron Finis Terrae y lo consideraron el fin del mundo conocido. Los celtas lo llamaron Ara Solis y le atribuyeron propiedades místicas. Los cristianos lo llamaron Finisterrae y lo relacionaron con el Apocalipsis. Los peregrinos lo llamaron Fisterra y lo convirtieron en el final del Camino.

Hay varias tradiciones que los peregrinos suelen cumplir al llegar a Finisterre. Una de ellas es bañarse en la playa de Langosteira, una hermosa playa de arena blanca y aguas cristalinas que se encuentra a unos 3 kilómetros del pueblo de Finisterre. Allí los peregrinos se sumergen en el mar para purificar su cuerpo y su alma después de tantos días de caminata. Otra tradición es quemar alguna prenda o zapatilla que hayan usado durante el Camino, como símbolo de renovación y desapego. Sin embargo, esta práctica está desaconsejada por motivos ecológicos y de seguridad, por lo que se recomienda dejar las prendas en los contenedores habilitados para ello. Otra tradición es ver atardecer en el faro de Finisterre, un espectáculo único e inolvidable que llena el cielo y el mar de colores.

Finisterre no solo es el fin del Camino, sino también el principio de otro. Algunos peregrinos optan por seguir caminando hasta Muxía, otro pueblo costero situado a unos 30 kilómetros de Finisterre. Allí se encuentra el santuario de Nuestra Señora de la Barca, un lugar sagrado donde según la tradición apareció la Virgen María en una barca de piedra para animar al apóstol Santiago en su labor evangelizadora. El santuario está rodeado de rocas con formas curiosas que según la leyenda son los restos de la barca milagrosa.

Finisterre es un lugar que te invita a descubrir el sabor y la tradición de Galicia, a través de su gastronomía, su cultura y su naturaleza. Un lugar que te sorprenderá y te hará sentir emociones únicas. Un lugar que te hará vivir tu propia leyenda.

En este artículo te vamos a contar algunos datos curiosos e interesantes sobre Finisterre, que quizás no sabías o que te gustaría saber más:

  • Finisterre tiene una población de unos 5 mil habitantes, que se dedican principalmente a la pesca, el turismo y el comercio. El pueblo de Finisterre tiene un casco histórico con casas de piedra y tejados de pizarra, donde se pueden ver la iglesia de Santa María das Areas, del siglo XII, y el castillo de San Carlos, del siglo XVIII.
  • Finisterre tiene una rica y variada gastronomía, basada en los productos del mar y de la tierra. Entre sus platos típicos se encuentran el pulpo á feira, el caldo de pescado, la empanada de xoubas, el lacón con grelos, el queso de tetilla o la tarta de Santiago. También se pueden degustar los vinos blancos de la denominación de origen Rías Baixas, como el albariño o el godello.
  • Finisterre tiene una naturaleza espectacular, con acantilados, playas, montes y ríos. Entre sus paisajes más impresionantes se encuentran el cabo Finisterre, donde se puede ver el faro y el monumento al peregrino; la playa de Langosteira, donde se puede bañarse y disfrutar de las vistas; el monte Facho, donde se puede subir y contemplar el océano; o la cascada de Ézaro, donde se puede admirar la fuerza del agua.
  • Finisterre tiene una cultura ancestral, llena de mitos, leyendas y tradiciones. Entre sus manifestaciones culturales se encuentran las fiestas patronales de San Juan y San Pedro, en junio; la romería de Nuestra Señora del Carmen, en julio; la fiesta del percebe, en agosto; o la fiesta del marisco, en octubre. También se pueden visitar los museos del mar y del peregrino, donde se puede conocer más sobre la historia y la identidad de Finisterre.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a conocer mejor Finisterre, el fin del camino. Un lugar que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. Un lugar que te dejará huella. Un lugar que te cambiará para siempre.

Sanxenxo: el destino más deseado (y más masificado) de Galicia

Sanxenxo: el paraíso de los madrileños (y de los gallegos también)

Si hay un lugar en Galicia que se llena de gente en verano, ese es Sanxenxo. Este pueblo marinero de la Ría de Pontevedra se ha convertido en el destino favorito de los madrileños que buscan unas vacaciones de sol, playa y marisco. Y no solo de los madrileños, también de los gallegos que quieren presumir de tierra y de los turistas de otras partes de España y del mundo que se han enterado del secreto. Sanxenxo tiene mucho que ofrecer: playas espectaculares, gastronomía deliciosa, vida nocturna animada y cultura y naturaleza a un paso. En este artículo te voy a contar qué ver y hacer en Sanxenxo y alrededores, para que disfrutes al máximo de tu estancia en este rincón de Galicia.

Las mejores playas de Sanxenxo (y las más llenas)

Sanxenxo cuenta con más de 20 playas, algunas de ellas consideradas entre las mejores de Galicia. Y también entre las más llenas, sobre todo en agosto, cuando parece que todo el mundo ha decidido ir a la misma playa a la misma hora. Hay playas para todos los gustos: urbanas, familiares, naturistas, tranquilas, concurridas, con olas, con servicios... Te recomiendo que visites algunas de estas (y que madrugues para coger sitio):

  • Playa de Silgar: es la playa más famosa y emblemática de Sanxenxo, situada en el centro urbano. Tiene 800 metros de longitud, arena fina y dorada, aguas tranquilas y cristalinas, y todo tipo de servicios: duchas, socorristas, alquiler de hamacas y sombrillas, chiringuitos, restaurantes... Es una playa muy concurrida en verano, ideal para pasear por su bonito paseo marítimo o tomar algo en alguna de sus terrazas con vistas al mar. También es el lugar donde se celebran los conciertos y las fiestas más importantes del pueblo, como la noche de San Juan o las fiestas del Carmen.
  • Playa de Canelas: es una playa situada en Portonovo, el núcleo urbano más grande del municipio. Tiene 400 metros de longitud, arena blanca y fina, aguas limpias y calmadas, y algunos servicios: duchas, socorristas, alquiler de hamacas y sombrillas... Es una playa muy popular entre los jóvenes y las familias, que disfrutan de su ambiente animado y su cercanía a la zona de ocio nocturno. Aquí puedes encontrar desde gente jugando al vóley playa o al fútbol playa hasta gente haciendo botellón o ligando.
  • Playa de Montalvo: es una playa situada al sur del municipio, cerca del límite con El Grove. Tiene 1 kilómetro de longitud, arena blanca y gruesa, aguas claras y algo más movidas que las anteriores, y algunos servicios: duchas, socorristas, aparcamiento... Es una playa más tranquila y natural que las anteriores, rodeada de vegetación y con unas bonitas vistas a la isla de Ons. Es una buena opción para escapar del bullicio del centro o para practicar algún deporte acuático como el surf o el kitesurf.
  • Playa de A Lanzada: es una playa situada entre los municipios de Sanxenxo y El Grove. Tiene 2 kilómetros y medio de longitud, arena fina y dorada, aguas frías y bravas, ideales para practicar surf o windsurf, y algunos servicios: duchas, socorristas, aparcamiento... Es una playa muy famosa por su belleza natural y por su tradición ancestral: la noche del último sábado de agosto se celebra el ritual de las nueve olas, en el que las mujeres que quieren quedarse embarazadas se bañan desnudas en el mar para pedir fertilidad a la luna. Yo no sé si funciona, pero por probar que no quede.

Qué ver en Sanxenxo (además de gente guapa)

Aparte de disfrutar de sus playas, Sanxenxo también tiene otros atractivos que merece la pena visitar. Te sugiero que no te pierdas estos (y que te pongas guapo, porque nunca se sabe con quién te puedes cruzar):

  • Puerto deportivo: es el lugar donde se concentra la mayor parte de la actividad náutica del municipio. Aquí puedes alquilar un barco o un kayak para recorrer la ría o visitar la isla de Ons; hacer un curso o una excursión de vela o paddle surf; o simplemente pasear por el muelle y admirar los barcos. También hay un club náutico con restaurante, cafetería y terraza, donde puedes ver y ser visto mientras tomas un gin-tonic o un albariño.
  • Capilla de Nuestra Señora de La Lanzada: es una pequeña capilla románica del siglo XII, situada en un promontorio junto a la playa de A Lanzada. Tiene una sola nave, un ábside semicircular y una torre campanario. En su interior se conserva una imagen de la Virgen de La Lanzada, patrona de los marineros. Desde la capilla se puede disfrutar de unas preciosas vistas de la playa y del mar. Es un lugar muy visitado por los turistas y los devotos, sobre todo el último domingo de agosto, cuando se celebra una romería muy concurrida.
  • Mirador de A Granxa: es un mirador situado en lo alto de una colina, desde donde se puede contemplar una panorámica espectacular de la ría de Pontevedra, con las islas de Ons y Onza al fondo. El mirador está rodeado de un parque con zonas verdes, bancos, mesas y juegos infantiles. Es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Y también para hacerse unos selfies con el paisaje de fondo, que seguro que triunfan en Instagram.
  • Museo Casa do Patín: es un museo dedicado a la cultura marinera y a la historia de Sanxenxo. Está ubicado en una antigua casa de pescadores, que conserva su estructura original y su mobiliario. En el museo se pueden ver objetos relacionados con la pesca, la navegación, las tradiciones y las fiestas populares del municipio. También hay una sala dedicada al patín a vela, un tipo de embarcación típica de la zona. Es un museo pequeño pero muy interesante, que te permite conocer mejor el pasado y el presente de Sanxenxo.

Qué hacer en Sanxenxo (además de tomar el sol)

Sanxenxo no solo ofrece sol y playa, sino también muchas otras actividades para todos los gustos y edades. Aquí te propongo algunas ideas (y algunas anécdotas):

  • Hacer una excursión a la isla de Ons: la isla de Ons es una isla situada frente a la costa de Sanxenxo, que forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Es un lugar paradisíaco, con playas vírgenes, acantilados impresionantes, senderos entre bosques y dunas, y una rica fauna y flora. Para visitar la isla hay que reservar el permiso con antelación y tomar un barco desde el puerto deportivo de Sanxenxo. En la isla hay un camping, varios restaurantes y un centro de interpretación. No te pierdas la playa de Melide, una de las más bonitas; el faro, desde donde se puede ver el atardecer; y el buraco do inferno, un agujero en la roca por donde entra el mar con fuerza. Y si te atreves, prueba el pulpo á feira en alguno de los restaurantes, dicen que es el mejor del mundo...
  • Disfrutar de la gastronomía gallega: Sanxenxo es un lugar ideal para degustar los productos del mar y de la tierra que ofrece Galicia. No puedes irte sin probar el marisco (almejas, mejillones, percebes, nécoras...), el pescado (merluza, rodaballo, sardinas...), el pulpo a feira, el lacón con grelos, el cocido gallego, el queso de tetilla, el pan de maíz o el vino albariño. Hay muchos restaurantes donde comer bien y barato en Sanxenxo, tanto en el centro como en los alrededores. Te recomiendo que reserves con antelación, sobre todo en temporada alta, porque se suelen llenar. Y si quieres darte un capricho, prueba el restaurante Pepe Vieira, con una estrella Michelin y unas vistas increíbles.
  • Vivir la noche sanxenxina: Sanxenxo es conocido por su ambiente nocturno, especialmente en verano. Hay muchos bares, pubs y discotecas donde tomar una copa, bailar o escuchar música en directo. La zona más animada se encuentra en Portonovo, donde se concentran locales como Canelas Beach Club, La Ola o El Pirata. También hay opciones más tranquilas en el centro de Sanxenxo o en las playas. Sea cual sea tu plan, recuerda que la noche sanxenxina es larga y divertida, pero también puede ser peligrosa si no tienes cuidado. No conduzcas si has bebido, no te metas en líos y usa protección si ligas.
  • Visitar los alrededores: Sanxenxo tiene una ubicación privilegiada para conocer otros lugares interesantes de las Rías Baixas. Algunos ejemplos son: El Grove y la isla de La Toja, famosos por sus balnearios y su turismo termal; Cambados, cuna del vino albariño y declarada Conjunto Histórico-Artístico; Combarro, un pintoresco pueblo marinero con hórreos y cruceiros junto al mar; Pontevedra, una ciudad con un casco histórico lleno de encanto; o Finisterre y Costa da Morte, el fin del mundo para los antiguos romanos. Todos estos lugares se pueden visitar en una excursión de un día desde Sanxenxo, ya sea en coche o en autobús.

Conclusión

Sanxenxo es un destino perfecto para unas vacaciones de verano en Galicia. Tiene playas para todos los gustos, gastronomía para chuparse los dedos, vida nocturna para no aburrirse y cultura y naturaleza para descubrir. Si quieres disfrutar del sol, del mar y de la gente guapa, Sanxenxo es tu lugar. Eso sí, prepárate para compartirlo con miles de personas más que han tenido la misma idea que tú.

Bertamirans: descubre el encanto de una aldea gallega con mucho que ofrecer

Bertamirans: un lugar con encanto en el corazón de Galicia

¿Te gustaría conocer un lugar con encanto en el corazón de Galicia, donde disfrutar de la naturaleza, la cultura y la gastronomía? Entonces tienes que visitar Bertamirans, una aldea situada en el municipio de Ames, en la provincia de A Coruña. Bertamirans es un lugar con historia, tradición y modernidad, que te sorprenderá por su belleza y su ambiente. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre Bertamirans: su origen, su geografía, su patrimonio, sus fiestas y sus servicios. Además, te damos algunos consejos para aprovechar al máximo tu estancia y para descubrir los alrededores. ¡Sigue leyendo y descubre Bertamirans, un lugar con encanto en el corazón de Galicia!

¿Qué es Bertamirans?

Bertamirans es una aldea española situada en la parroquia de Ortoño, del municipio de Ames, en la provincia de A Coruña, Galicia. Es la capital del municipio de Ames y se encuentra a 10 km al este de Santiago de Compostela, la capital de Galicia. Bertamirans tiene una población de unos 9.000 habitantes y es un lugar con mucha vida y actividad. Su nombre es de origen germánico, aunque la existencia de petroglifos y castros en los alrededores certifica la presencia humana desde tiempos prehistóricos. Su importancia histórica viene dada por ser un cruce de caminos entre Santiago y Noya, por un lado, y las comarcas de Negreira y Valle del Dubra con la villa de Padrón, por otro. Jurisdiccionalmente pertenecía al Cabildo Catedral de Santiago, en la jurisdicción de Amaía.

¿Cómo es Bertamirans?

Bertamirans es un lugar con una geografía privilegiada, ya que se encuentra en el valle de Amaía, que debe su nombre a los Amaeos, una tribu prerromana. Por Bertamirans pasa el río Sar, que nace en Santiago y desemboca en el río Ulla, entre Padrón y Puentecesures. El Sar a su paso por Bertamirans recibe los aportes de tres afluentes: el río Dos Pasos, el Ameneiral y el Pego. Bertamirans tiene un clima oceánico húmedo, con temperaturas suaves todo el año y precipitaciones abundantes. Su paisaje se caracteriza por la presencia de bosques autóctonos, prados verdes y cultivos variados.

Bertamirans es también un lugar con un patrimonio cultural y arquitectónico muy interesante, que refleja su historia y su identidad. Entre sus monumentos más destacados se encuentran la iglesia parroquial de San Juan de Ortoño, del siglo XII; el puente medieval sobre el río Sar; el pazo de Altamira, del siglo XVIII; o el cruceiro de San Pedro da Ponte Nova, del siglo XIX. Además, Bertamirans cuenta con varios museos y centros culturales, como el Museo Etnográfico Casa do Patrón; el Centro Cultural Novacaixagalicia; o la Casa da Cultura Agustín Díaz Pardo.

¿Qué hacer en Bertamirans?

Bertamirans es un lugar con mucho que ofrecer a sus visitantes, tanto en lo que se refiere a actividades como a servicios. En Bertamirans podrás disfrutar de la naturaleza, haciendo senderismo por las rutas que recorren el valle de Amaía o el río Sar; practicando deportes al aire libre como ciclismo, piragüismo o golf; o relajándote en sus parques y zonas verdes. También podrás conocer la cultura y la tradición de Bertamirans, visitando sus monumentos, museos y centros culturales; asistiendo a sus fiestas y eventos, como el Carnaval, la Festa da Troita o el Festival de Música Folk; o participando en sus talleres y cursos de artesanía, música o baile. Y por supuesto, podrás degustar la gastronomía de Bertamirans, basada en los productos de la tierra y del mar, como el pulpo, el lacón, las empanadas o el queso de tetilla.

Es destacable asimismo su mercadillo de sábado por la tarde.

¿Qué fiestas hay en Bertamirans?

Bertamirans es un lugar con mucha alegría y diversión, que celebra varias fiestas a lo largo del año. Algunas de las fiestas más importantes que se celebran en Bertamirans son:

  • Fiesta de la Peregrina: es la fiesta más destacada de Bertamirans, que se celebra en honor a la Virgen de la Peregrina en el mes de agosto. En esta fiesta se realizan actos religiosos, como la misa y la procesión, y también actividades lúdicas y culturales, como conciertos, verbenas, hinchables o espectáculos. La fiesta de la Peregrina es una fiesta muy popular y concurrida, que atrae a muchos visitantes de los alrededores.
  • Fiesta de la Troita: es una fiesta gastronómica que se celebra en el mes de mayo, coincidiendo con la temporada de pesca de la trucha. En esta fiesta se degusta este pescado típico del río Sar, cocinado de diversas formas: frita, al horno, a la plancha o en empanada. La fiesta de la Troita es una fiesta muy sabrosa y tradicional, que reúne a muchos vecinos y amigos.
  • Festival de Música Folk: es un festival musical que se celebra en el mes de julio, con el objetivo de promover y difundir la música folk gallega. En este festival participan grupos y artistas locales e invitados, que ofrecen conciertos gratuitos al aire libre. El festival de Música Folk es un festival muy animado y variado, que hace disfrutar a los amantes de este género musical.

¿Qué ver cerca de Bertamirans?

Bertamirans es un punto de partida ideal para explorar los alrededores, donde encontrarás lugares de gran interés y belleza. Algunos de los lugares que te recomendamos visitar cerca de Bertamirans son:

  • Santiago de Compostela: la capital de Galicia es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, famosa por su catedral y su casco histórico. No te pierdas su plaza del Obradoiro, su mercado de Abastos, su parque de la Alameda o su museo de las Peregrinaciones.
  • Noya: esta villa marinera situada en la ría del mismo nombre es un lugar con mucho encanto y tradición. Podrás admirar su casco antiguo medieval, su puerto pesquero, su playa de Testal o su monasterio de San Martín Pinario.
  • Negreira: esta localidad situada en el camino a Finisterre es un lugar con mucha historia y naturaleza. Podrás visitar su castillo de Pambre, su puente románico sobre el río Tambre, su pazo do Cotón o su cascada del Ézaro.
  • Padrón: esta villa situada en la confluencia de los ríos Ulla y Sar es un lugar con mucha literatura y gastronomía. Podrás conocer su iglesia de Santiago, donde se conserva el famoso pedrón; su casa museo de Rosalía de Castro; su jardín botánico o su mercado dominical.

Conclusión

Bertamirans es un lugar con encanto en el corazón de Galicia, donde disfrutar de la naturaleza, la cultura y la gastronomía. Es un lugar con historia, tradición y modernidad, que te sorprenderá por su belleza y su ambiente. Si te gustan los lugares con personalidad y sabor, no dudes en visitar Bertamirans y descubrir todo lo que tiene que ofrecerte.

Fuentesaúco: un pueblo con encanto en la comarca de La Guareña

Fuentesaúco: un pueblo con historia, tradición y sabor en Zamora

Si estás buscando un destino rural para desconectar de la rutina y disfrutar de la naturaleza, la historia y la gastronomía, te proponemos que visites Fuentesaúco, un pueblo con encanto en la comarca de La Guareña, en la provincia de Zamora.

Patrimonio monumental

Fuentesaúco es un pueblo que tiene mucho que ofrecer al visitante. Su patrimonio monumental incluye:

  • La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, con una impresionante torre renacentista y un retablo mayor barroco.
  • El convento de San Francisco, fundado en el siglo XV y reconvertido en residencia geriátrica.
  • El teatro municipal, construido en el siglo XIX y restaurado recientemente.
  • Varias casas señoriales y blasonadas que dan testimonio de su pasado noble.
  • La Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVII, con una fascinante portada y una torre campanario.
  • La Ermita de Los Dolores, antiguo hospital y convento de Claras, con una bella fachada barroca.
  • La Ermita de la Virgen de la Antigua, donde se venera una talla románica de la patrona del pueblo.

Fiestas y tradiciones

Además, Fuentesaúco es conocido por sus fiestas y tradiciones, como:

  • La romería de la Virgen de la Antigua, patrona del pueblo, que se celebra el primer domingo de mayo.
  • Las fiestas patronales en honor a San Juan Bautista, del 23 al 27 de junio, con verbenas, concursos y actividades culturales.
  • El carnaval del toro, declarado de interés turístico regional, que tiene lugar en febrero o marzo y que consiste en el encierro y lidia de toros bravos por las calles del pueblo.
  • Otras fiestas populares como San Blas (3 de febrero), San Isidro (15 de mayo), San Antonio (13 de junio) o Santa Lucía (13 de diciembre).

Gastronomía

Pero si hay algo que destaca en Fuentesaúco es su gastronomía, basada en los productos de la tierra y el cerdo ibérico. Entre sus platos típicos se encuentran:

  • Las patatas meneás, un guiso de patatas machacadas con pimentón, ajo y aceite.
  • El cocido zamorano, un plato contundente a base de garbanzos, verduras y carne de cerdo.
  • Las migas, un plato humilde elaborado con pan duro, ajo, chorizo y torreznos.
  • El hornazo, una empanada rellena de carne de cerdo, huevo duro y pimiento.
  • El arroz a la zamorana, un plato típico del invierno que lleva arroz, costillas, morcilla y pimentón.

Y para endulzar el paladar, nada mejor que probar sus dulces artesanos, como:

  • Las rosquillas, unas pastas redondas con azúcar glas.
  • Los bollos, unos panecillos dulces con anís.
  • Las perrunillas, unas galletas de manteca con almendra.

Además, no hay que olvidar que Fuentesaúco es famoso por su garbanzo, que cuenta con la Indicación Geográfica Protegida desde 1996 y que se caracteriza por su gran tamaño, su piel fina y su sabor suave. Es el ingrediente principal de muchos platos de la cocina local y se puede comprar en las tiendas del pueblo.

Historia

Fuentesaúco tiene una larga y rica historia que se remonta a la época romana, de la que se han encontrado restos arqueológicos en los yacimientos de Los Carrelinares y Tierra de la Sepultura. También hay vestigios visigodos en el yacimiento de Casa del Pastor. La primera noticia escrita sobre el pueblo data de 1128, cuando el rey Alfonso VII y su esposa Berenguela donaron el coto redondo de Fuentesaúco al obispo de Zamora. Desde entonces, el pueblo formó parte del reino de León y de la provincia de Toro, dependiendo de esta ciudad para el voto en Cortes. En lo eclesiástico, Fuentesaúco fue la cabecera de un arciprestazgo desde 1499.

Durante la Edad Moderna, Fuentesaúco vivió un momento de esplendor que se refleja en la construcción de sus dos monumentales iglesias y en el aumento de su población y su riqueza. El pueblo se benefició del comercio del garbanzo, que era muy apreciado por su calidad y que llegó a tener protección real. También destacó la actividad artesanal, especialmente la alfarería y la cerámica, que se conservan hasta nuestros días. En el siglo XVIII, Fuentesaúco fue escenario de algunos episodios de la Guerra de Sucesión Española, como el asedio del general francés Maulevrier en 1706.

En el siglo XIX, Fuentesaúco sufrió las consecuencias de las guerras napoleónicas y carlistas, así como de las desamortizaciones eclesiásticas, que supusieron la pérdida de parte de su patrimonio religioso. Con la creación de las actuales provincias en 1833, Fuentesaúco pasó a formar parte de la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa. En el siglo XX, el pueblo experimentó un descenso demográfico debido a la emigración hacia las ciudades o hacia otros países. Sin embargo, mantuvo su identidad cultural y sus tradiciones, así como su actividad agrícola y ganadera. En 1996, obtuvo la Indicación Geográfica Protegida para su garbanzo, lo que supuso un reconocimiento a su calidad y un impulso a su producción. Tras la constitución de 1978, Fuentesaúco pasó a formar parte en 1983 de la comunidad autónoma de Castilla y León.

Conclusión

Fuentesaúco es un pueblo que merece la pena visitar y conocer. Su gente acogedora, su ambiente tranquilo y su riqueza cultural y natural harán que te sientas como en casa. ¿A qué esperas para descubrirlo?

Mi escapada a Estella, la Toledo del norte: qué ver, qué hacer y qué comer

El pasado fin de semana decidí escaparme a Estella, una ciudad que tenía muchas ganas de conocer desde que supe que era una de las paradas del Camino de Santiago. Me habían hablado muy bien de su patrimonio histórico y cultural, y también de su gastronomía y su naturaleza. Llegué el sábado por la mañana en autobús desde Pamplona, y me alojé en un pequeño hotel en el centro de la ciudad. Lo primero que hice fue ir a la oficina de turismo, donde me dieron un mapa y me informaron de los lugares más interesantes para visitar. Me llamó la atención que Estella tuviera tantas iglesias y palacios, y que fuera conocida como "la Toledo del norte". Empecé mi recorrido por la plaza de los Fueros, donde se celebra el mercado semanal todos los jueves. Allí pude ver el ayuntamiento, un edificio renacentista con una fachada decorada con escudos y relieves. También vi el palacio de los Reyes de Navarra, el único ejemplo de románico civil en Navarra, que alberga el museo Gustavo de Maeztu. Seguí mi camino por la calle Mayor, donde se encuentran algunas de las casas más antiguas y nobles de la ciudad. Me detuve en la iglesia de San Pedro de la Rúa, una joya del románico con una impresionante portada y un bello claustro. Entré a ver el interior, donde destaca el retablo mayor y el órgano barroco. Continué por el puente sobre el río Ega, que me llevó al barrio de San Miguel. Allí visité la iglesia del mismo nombre, que tiene una fachada gótica con un rosetón y una torre octogonal. También vi el convento de Santo Domingo, que conserva un claustro gótico y una sala capitular con pinturas murales. Después de tanto paseo, me entró hambre y decidí buscar un sitio para comer. Me recomendaron un restaurante cerca del río, donde pude degustar algunos platos típicos de la zona, como las alubias pochas con chorizo, el bacalao al ajoarriero o el cordero al chilindrón. De postre, no podía faltar el queso de Idiazábal con membrillo.
Por la tarde, seguí descubriendo más rincones de Estella. Fui a ver la iglesia del Santo Sepulcro, que tiene una portada románica con escenas del Apocalipsis y un retablo mayor plateresco. También pasé por la judería, donde se conservan restos de la antigua sinagoga y del baño ritual o mikvé. Para terminar el día, me acerqué al parque de Los Llanos, un espacio verde con árboles centenarios y zonas de ocio. Allí pude disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad y del río. Me senté en un banco a leer un rato y a relajarme.
Al día siguiente, me levanté temprano para aprovechar el tiempo. Quería hacer alguna ruta por los alrededores de Estella, ya que había leído que había muchos senderos y lugares de interés natural. Me decidí por la ruta del Monasterio de Irache, que se puede hacer a pie o en bicicleta. Salí del hotel y seguí las flechas amarillas que marcan el Camino de Santiago. Me sentí como un peregrino más, caminando por las calles empedradas y saludando a otros caminantes. Pronto salí de la ciudad y entré en un paisaje rural, con campos de cultivo y viñedos. Llegué al Monasterio de Irache, un conjunto monumental que data del siglo XI. Me llamó la atención su fachada barroca y su torre mudéjar. Entré a ver el claustro gótico y la iglesia románica, donde se guarda una imagen de la Virgen de Irache, patrona de los peregrinos. Junto al monasterio, se encuentra la famosa fuente del vino, donde se puede beber gratis vino de la bodega que hay al lado. No pude resistirme a probarlo, aunque solo fuera un sorbo. Me pareció un detalle muy curioso y simpático. Después de visitar el monasterio, seguí la ruta hasta el pueblo de Ayegui, donde hay una ermita románica dedicada a San Andrés. Allí me di la vuelta y regresé a Estella por el mismo camino. Fue una ruta muy agradable y fácil de hacer, que me permitió conocer un poco más la historia y la naturaleza de esta zona. Ya de vuelta en Estella, recogí mis cosas del hotel y me despedí de la ciudad. Me quedé con ganas de ver más cosas, pero me prometí volver algún día. Estella me había cautivado con su belleza, su patrimonio y su ambiente. Sin duda, una ciudad que merece la pena visitar.

Comer pulpo en Melide: una experiencia gastronómica única

El pulpo de Melide, la experiencia gastronómica gallega por antonomasia

Melide es un pueblo de la provincia de A Coruña, en Galicia, que tiene mucho que ofrecer al visitante. Situado en el centro geográfico de la comunidad autónoma, es un punto de encuentro de dos rutas jacobeas: el Camino Primitivo y el Camino Francés. Además, cuenta con un rico patrimonio histórico, cultural y gastronómico que merece la pena descubrir. Pero si hay algo que destaca en Melide es su plato estrella: el pulpo á feira.

Qué es el pulpo á feira

El pulpo á feira es un plato típico de Galicia que consiste en pulpo cocido con agua y sal, cortado en trozos y aliñado con aceite, pimentón y sal gruesa. Se sirve en platos de madera acompañado de pan y vino tinto. Su nombre proviene de las ferias o fiestas populares donde se solía preparar y vender este manjar.

Por qué Melide es la capital del pulpo

Melide se caracteriza por ser uno de los puntos del Camino de Santiago donde poder degustar un pulpo á feira digno de los paladares más exigentes. Su secreto sigue siendo la materia prima, que traen de las rías gallegas y de ningún otro lugar. Cuentan que lo congelan para matar el nervio y que no sea tan duro. Luego lo cuecen en grandes calderos de cobre con agua hirviendo y sal durante unos 20 minutos. Lo cortan con unas tijeras especiales y lo aliñan al momento con aceite, pimentón y sal gruesa. El resultado es un pulpo tierno, jugoso y sabroso que se deshace en la boca.

Dónde comer pulpo en Melide

Melide cuenta con varias pulperías o restaurantes especializados en pulpo donde poder disfrutar de este plato. Algunas de las más famosas son:

  • Pulpería A Garnacha: posiblemente la pulpería más grande del mundo, con capacidad para 500 comensales. Está situada en el Camino Vello de Santiago, 2, y ofrece un pulpo de calidad y un servicio rápido y eficiente.
  • Pulpería Ezequiel: una de las más antiguas y tradicionales de Melide, fundada en 1929. Está situada en la Avenida Lugo, 48, y ofrece un pulpo exquisito y otros platos caseros como las judías blancas o el cabrito.
  • Pizzería Xoldra: una opción diferente para los que quieren probar el pulpo con un toque italiano. Está situada en la Rúa Progreso, 20, y ofrece pizzas caseras con ingredientes como el pulpo, el queso tetilla o la cecina.

Conclusión

Comer pulpo en Melide es una experiencia gastronómica única que no te puedes perder si visitas este pueblo gallego. El pulpo á feira es un plato sencillo pero delicioso que te hará sentir el sabor auténtico de Galicia. Además, podrás aprovechar para conocer el patrimonio histórico, cultural y natural de Melide y su entorno. Sin duda, una buena opción para disfrutar del Camino de Santiago.

¿Qué ver en el Cabo Udra? Naturaleza, historia y aventura en las Rías Baixas

Si buscas un plan diferente para disfrutar de la naturaleza, la historia y la aventura en las Rías Baixas, te proponemos una visita al Cabo Udra, uno de los lugares más espectaculares de la costa gallega. El Cabo Udra es un espacio natural protegido que se encuentra en el municipio de Bueu, en la provincia de Pontevedra. Desde este enclave privilegiado podrás contemplar unas vistas impresionantes del océano Atlántico y de las islas Cíes y Ons, así como descubrir una gran diversidad de flora y fauna, y restos arqueológicos de gran valor histórico. En este artículo te contamos cómo fue nuestra experiencia visitando este rincón mágico de Galicia.

¿Cómo llegar al Cabo Udra?

Para llegar al Cabo Udra en coche, debes seguir las indicaciones que hay desde Bueu, un pueblo marinero que se encuentra a unos 20 kilómetros de Pontevedra. El trayecto es de unos 30 minutos por una carretera secundaria que bordea la ría. Una vez que llegues al cabo, podrás aparcar en el área recreativa que hay junto al faro, donde hay mesas, bancos y baños públicos. También hay una pequeña cafetería donde podrás tomar algo o comprar algún recuerdo.

¿Qué hacer en el Cabo Udra?

Lo primero que te llamará la atención al llegar al Cabo Udra es el contraste entre el verde de los prados y el azul del mar. El Cabo Udra forma parte de la Red Natura 2000 y es un lugar ideal para observar aves marinas, como gaviotas, cormoranes y alcatraces. También se pueden ver mamíferos como delfines y focas. Si te gusta la fotografía, no olvides llevar tu cámara para capturar las mejores imágenes.

Una de las mejores formas de conocer el Cabo Udra es hacer una ruta circular por el sendero que bordea el cabo. El recorrido es de unos 4 kilómetros y tiene una dificultad baja. El camino está bien señalizado y ofrece unas panorámicas increíbles de la costa. Durante el paseo, te encontrarás con varios vestigios de la historia del lugar. El más destacado es el castro de A Cabeciña, un asentamiento fortificado de la Edad del Hierro que se conserva en buen estado. También verás restos de baterías militares de la Guerra Civil y de antiguos molinos de viento.

Otra opción es acercarte a alguna de las playas que hay al pie del cabo. La más cercana es la playa de Portomaior, una pequeña cala de arena blanca y aguas cristalinas que invita a darse un refrescante baño y tomar el sol. La playa es muy tranquila y tiene un ambiente familiar. También es un buen lugar para practicar snorkel o kayak, ya que hay una escuela náutica que ofrece estos servicios. Otras playas que puedes visitar son la playa de Mourisca, la playa de Pedrón y la playa de Ancoradouro.

Para terminar el día, te recomendamos que te dirijas al mirador que hay junto al faro. Desde allí podrás contemplar una puesta de sol espectacular, con los colores del cielo reflejándose en el mar. Es un momento mágico que te llenará de paz y felicidad.

¿Por qué visitar el Cabo Udra?

El Cabo Udra es un lugar que merece la pena visitar si quieres disfrutar de la naturaleza, la historia y la aventura en las Rías Baixas. Es un lugar que te sorprenderá por su belleza y su singularidad. Además, es un lugar que respeta el medio ambiente y el equilibrio natural de la vid, ya que los viñedos que hay en la zona se cultivan siguiendo los principios de la viticultura ecológica y sostenible. Así podrás degustar algunos de los mejores vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas, como el Albariño o el Godello.

No lo dudes y ven a conocer el Cabo Udra, un lugar para disfrutar de la vida.

Un viaje a Sahagún: historia, arte, gastronomía y fiestas

Sahagún es una villa que se extiende sobre un suave montículo entre los ríos Cea y Valderaduey. Su origen se remonta al siglo X, cuando se fundó el monasterio de San Benito el Real, que llegó a ser uno de los más importantes de Europa. Hoy en día, se puede admirar el arco neoclásico que queda de este monasterio, así como otros monumentos de estilo mudéjar, como las iglesias de San Tirso y San Lorenzo, o el santuario de la Peregrina, en las afueras.

Sahagún también es una parada obligada para los peregrinos del Camino de Santiago, que pueden disfrutar de su plaza Mayor, con sus soportales y sus casas de entramados de madera y ladrillo. Además, pueden visitar el museo de Santa Cruz de las Madres Benedictinas, que alberga obras de arte sacro y objetos relacionados con la historia del monasterio.

La gastronomía de Sahagún es otro de sus atractivos. Entre sus platos típicos destacan:

  • El lechazo asado
  • El cocido maragato
  • Las alubias con oreja
  • Las sopas de ajo
  • Las truchas del río Cea

También son famosos sus dulces, como las rosquillas de San Blas, los amarguillos o las mantecadas.

Para alojarse en Sahagún hay varias opciones, desde hoteles y hostales hasta casas rurales o albergues para peregrinos. Algunos ejemplos son el hotel Puerta de Sahagún, el hostal La Bastide du Chemin o la casa rural El Señorío.

Otro motivo para visitar Sahagún es disfrutar de sus fiestas populares, que se celebran a lo largo del año. La más importante es la de San Juan de Sahagún, el patrón de la villa, que tiene lugar del 9 al 12 de junio. Durante estos días se pueden ver encierros, pasacalles, conciertos, juegos y fuegos artificiales. También son destacables la fiesta de la Peregrina, el 8 de septiembre, que conmemora la aparición de la Virgen a un pastor; la fiesta de San Facundo y San Primitivo, el 27 de noviembre, que recuerda a los fundadores del monasterio; y las fiestas de los barrios y pedanías, como San Lorenzo, San Pedro o San Martín.

Sahagún es un destino ideal para los amantes de la historia, el arte, la naturaleza y la cultura popular. Su patrimonio cultural y natural es un reflejo de su pasado glorioso y de su presente acogedor. Visitar Sahagún es descubrir una joya escondida en el corazón de Castilla y León.

Qué hacer en Sahagún: actividades y experiencias

Aparte de visitar sus monumentos y degustar su gastronomía, Sahagún ofrece otras actividades y experiencias para disfrutar de su entorno y de su gente. Aquí te proponemos algunas ideas:

  • Hacer una ruta en bicicleta por el Camino de Santiago, siguiendo el trazado de la Vía Trajana, que une Sahagún con León. Podrás admirar el paisaje de la Tierra de Campos, cruzar puentes medievales y conocer otros pueblos con encanto, como Calzada del Coto, Bercianos del Real Camino o Mansilla de las Mulas.
  • Visitar el mercado semanal que se celebra todos los miércoles en la plaza Mayor. Podrás comprar productos locales, como frutas, verduras, quesos, embutidos o pan, y también artesanía, ropa o antigüedades. Es una buena oportunidad para mezclarse con los lugareños y conocer sus costumbres.
  • Participar en alguna de las actividades culturales que organiza el Ayuntamiento de Sahagún, como exposiciones, talleres, conferencias o concursos. También puedes consultar la agenda de la Casa de Cultura, que ofrece cine, teatro, música o danza durante todo el año.
  • Descubrir el patrimonio natural de Sahagún y sus alrededores. Puedes hacer senderismo por las riberas de los ríos Cea y Valderaduey, observar aves en las lagunas de Villalebrín o Villafáfila, o visitar el parque natural de las Hoces de Vegacervera, donde podrás ver impresionantes formaciones rocosas y cuevas.
  • Aprender sobre la historia y la cultura de Sahagún en alguno de sus museos. Además del museo de Santa Cruz de las Madres Benedictinas, puedes visitar el museo etnográfico de Joara, que muestra la vida tradicional de la comarca; el museo del ferrocarril, que recuerda la importancia del tren en el desarrollo de la villa; o el museo de Semana Santa, que exhibe los pasos procesionales y los trajes típicos.

Como ves, Sahagún tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. No lo dudes y ven a descubrir esta villa llena de historia, arte, gastronomía y fiestas. Te esperamos.