Skyline de Shanghai |
Nuestro viaje a Shanghái: hutong, rascacielos, caos y encanto
Unos amigos nos pasan un relato muy completo del viaje que realizaron a Shanghai en unas vacaciones, ideal si pretendes visitar esta cosmopolita ciudad.
Os dejamos con su relato.
Llegada a Shanghai
Nuestra parada en Shanghái empezó en el aeropuerto de Hongqiao, en el suroeste de la ciudad.Hay metro para ir al centro, pero tal vez sea más cómodo coger un taxi que puede salir por unos 90 yuanes (la bajada de bandera son 14 yuanes).
Rascacielos de Shanghai |
En Shanghái el tráfico es aún más loco que en Beijing.
La segunda cosa que más llama la atención al llegar es que los conductores pitan todo el tiempo, o acabas con la cabeza como un bombo o te insensibilizas al ruido.
Una de las vías que discurren paralelas a la orilla oeste del río Huangpu.
¿Donde alojarse en Shanghái?
En nuestro caso nos alojamos en dos hostales diferentes, el primero estaba al sureste, en la margen izquierda del río Huangpu.
El Old West Gate hostel está en pleno hutong (callejón que forma parte del casco urbano) (180 yuanes/noche) en una habitación con baño privado y 100 yuanes de depósito que te devuelven a la salida.
Había Wifi en el alojamiento.
Es típico que los chinos cuelguen la ropa para secarse en perchas fuera de sus casas.
Los hutong de Shanghái son más decadentes que los de Pekín pero tienen mucho encanto.
Calles de Shanghai |
De hecho, se ven muchos escaparates por la ciudad con pijamas para todos los gustos.
Todo un misterio.
Precios de los cubículos de los hutong como residencia o tienda-residencia de familias.
Miden entre 7 y 18 metros cuadrados.
Los precios de estos oscilan entre los 43 y los 312 euros.
Un buen punto de partida para pasear por el Bund puede ser cualquier hotel cercano a la calle Sichuan.
Nosotros estuvimos también en el Shangai Nanlin Hotel, muy bien ubicado, barato y funcional (190 yuanes la noche,e internet con cable).
Visita del skyline de Shanghái
Calles de Shanghai |
También paseamos por una zona de tiendas occidentales y chinas, la calle Sichuan, al noroeste del Bund.
En algunas calles perpendiculares había edificios de principios del siglo XX, aunque da la impresión de que no temen echarlos abajo para levantar un rascacielos.
Shanghái gana mucho de noche, ya que se iluminan los rascacielos, puentes y no para el trasiego de gente por la ciudad.
Siguiendo la calle Zha Pu lu hacia el norte (paralela a Sichuan) hay una zona de restaurantes chinos y
puestos callejeros donde vale la pena pararse a cenar en una esquina y observar el ir y venir de motos, bicis y de la gente (34-60 yuanes con cerveza incluida).
Puestos de pinchos en Shanghai |
Puesto de comida en las calles de Shangai
Es momento de introducir una característica de los chinos: son muy curiosos, no se cortan un pelo y te miran fijamente.
He leído que muchos no han visto a un occidental en su vida, por lo que les llama mucho la atención gente con pelo rizado, rubio o blanco.
Después de mirarte a la cara te miran a los pies, para ver tu calzado.
Algunos incluso te hacen fotos furtivamente o te piden abiertamente hacerse una foto contigo.
Si haces el signo de la victoria, que es el que hacen ellos cuando se hacen una foto, estarán encantados.
Visitas recomendables en Shanghái
Una visita recomendada en las guías es subir a alguno de los rascacielos del Bund.
Puestos comida callejera en Shanghai |
Nosotros visitamos la zona financiera de día pero no subimos a ningún rascacielos.
Si te cuadra, seguramente valga más la pena subir de noche, ya que el centro de la ciudad está iluminado.
Vista del Bund desde el puente de Zha Pu lu
Para ir usamos el metro, ya que la descripción del túnel turístico (trayecto con proyecciones de vídeo, música, etc.), parece más el anuncio de una discoteca que de un túnel).
El metro sólo cuesta 3 yuanes.
Nosotros nos dedicamos sobre todo a pasear por la ciudad, pero al parecer el jardín Yuyuan es muy bonito.
Eso sí, está rodeado por un barrio comercial en el que las tiendas están en típicas casas chinas. Shanghai recuerda un poco a un parque temático de esos que puedes visitar en ciertos lugares, pero es un lugar con mucho encanto.
A nosotros nos dejó con ganas de más, el vivir en sus calles, comer en los puestos callejeros, visitar sus mercadillos.
Vale la pena conocer Shanghai... volveremos dado que en los pocos días que estuvimos nos supo a muy poco.